El Parlamento Vasco evita reconocer la república catalana pero apoya el procés

EH Bildu y PNV sigue enzarzados en un cruce de mociones sobre Cataluña para intentar liderar la iniciativa abertzale en el apoyo a Cataluña. La entente de Sortu, EA, Aralar, Alternatiba e independientes llevó la iniciativa anunciada el pasado 27 de octubre, pocas horas después de la aprobación de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) y antes de que se conociera la decisión del presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, de convocar elecciones autonómicas, enfriando la euforia del secesionismo. El paso de los días, con la resituación de los partidos secesionistas catalanes y su marcha atrás al señalar que la declaración de independencia fue simbólica, parecía convertir la moción de EH Bildu en papel mojado. Pero la entente abertzale optó por mantener su moción en sus términos originales, pidiendo que la Cámara mostrase «su reconocimiento y su respeto hacia Cataluña como Estado de derecho independiente, soberano, democrático y social». De esta forma, se permitía la presentación de enmiendas para seguir profundizando en el debate.

Como estaba previsto, el PNV se abstuvo ante la moción, mientras que Elkarrekin Podemos, PSE-EE y PP votaron que 'no'. El resultado no sorprendió a la formación soberanista, que el pasado lunes ya había experimentado algo similar en las Juntas Generales de Gipuzkoa. No obstante, ayer decidió jugar también sus bazas en el turno de enmiendas presentadas por el resto de grupos salvo el PP. Todas decayeron salvo la del PNV, que salió adelante gracias al apoyo de EH Bildu, que de esta forma lograba arrancar al Parlamento de Vitoria un apoyo al procés y, a la vez, escenificaba una unidad entre abertzales. El texto de esa propuesta señala que la Cámara vasca «respeta y acompaña las resoluciones que sobre la soberanía de Cataluña y el proceso constituyente» fueron adoptadas por la institución legislativa catalana el 27 de octubre. Además, rechaza las medidas «excepcionales de intervención» que se derivan de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que «amputan la representación institucional» de Cataluña y convierten su autogobierno en «una Carta otorgada». Por último, la Cámara pone de manifiesto que le corresponde «exclusivamente» a la sociedad catalana y a su «legítima representación institucional» determinar su futuro por cauces exclusivamente democráticos y pacíficos.

La moción resultante no fue todo lo «importante» que pretendía EH Bildu pero la asumió como un mínimo en el actual contexto. Ello no impidió que la portavoz parlamentaria abertzale, Maddalen Iriarte, lamentara que el PNV «no reconozca» la reivindicación de independencia del Parlamento catalán y denunció que el Estado «nunca ha querido buscar un acuerdo consensuado» ante las reclamaciones de este tipo de territorios entre los que citó a «Cuba, Filipinas y Flandes». «España ha sido leal a su historia también ahora», lamentó Iriarte, quien acusó al Gobierno central de «mentir» para que «cunda el desánimo entre los independentistas y los demócratas» que acudirán a votar a las elecciones catalanas del 21 de diciembre.

Joseba Egibar (PNV), por su parte, quiso dejar claro que para su partido el presidente de la Generalitat «es Puigdemont y no Rajoy», y aseguró que el jefe del Gobierno central cada vez actúa y habla con «más soberbia» sobre la crisis catalana. Además, planteó que «si no hay igualdad de condiciones de derechos políticos de distintas realidades nacionales no hay solución» y que, por tanto, la única alternativa es «ir alumbrando una realidad», como han hecho, a su juicio, las instituciones catalanas.