Borrar
Markel Olano, en uno de los pasillos del Palacio Foral, en Donostia.
Markel Olano: «El Gobierno PNV-PSE aporta una estabilidad muy importante»

Markel Olano: «El Gobierno PNV-PSE aporta una estabilidad muy importante»

«Aún tenemos dos años para que la incineradora se construya y pueda empezar a funcionar»

MIGUEL VILLAMERIEL

Domingo, 21 de mayo 2017, 08:41

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Markel Olano (Beasain, 1965) llega satisfecho al ecuador de la legislatura porque la Diputación ha logrado «encauzar» algunos proyectos estratégicos que habían sumido a Gipuzkoa en la «parálisis». Una vez desbloqueados asuntos como la construcción de la incineradora o la culminación de la autovía de Deskarga, el dirigente del PNV piensa ya en «retos a diez años vista» que permitan modernizar y «transformar» el territorio.

-¿La situación actual de Gipuzkoa es mejor que la de hace dos años, cuando PNV y PSE llegaron al Gobierno foral?

-Es mejor por distintos motivos. El contexto económico ha mejorado, porque se ha consolidado la salida de la crisis. En una lectura global, el territorio ha mejorado en los datos del PIB, en exportaciones o en desempleo, donde hemos bajado del 10%. Por otro lado, desde el punto de vista institucional, el Gobierno de coalición de PNV y PSE ha otorgado una estabilidad muy importante. Es un momento inédito porque por fin se respira en el territorio una sensación de cierta normalización política e institucional. Estos dos años han sido un paso importante para Gipuzkoa.

-Su Gobierno ha tratado de encauzar proyectos estratégicos que el anterior Ejecutivo de Bildu había «paralizado». ¿Lo han conseguido?

-La anterior legislatura denunciamos una parálisis porque una serie de proyectos entraron en una espiral sin salida. Los hemos conseguido encauzar, aunque aún toca rematar la faena. Por ejemplo, se ha adjudicado la infraestructura de gestión de residuos de Zubieta, incluida la incineradora, se va a culminar la 'rotonda de Gipuzkoa' con la autovía de Deskarga o se ha avanzado en la regeneración de Pasaia. Al principio de la legislatura planificamos los retos estratégicos del territorio y hemos cumplido los objetivos de forma sistemática. Al final de la legislatura, los grandes símbolos de la parálisis del territorio se habrán superado, lo que supondrá un antes y un después.

-¿Proyectos como el de la incineradora ya no tienen marcha atrás?

-Hay una diferencia sustancial con respecto a la legislatura 2007-2011. Entonces, en los últimos meses de mandato adjudicamos la infraestructura, pero cuando Bildu llegó al Gobierno echó por tierra todo el proyecto. Esta vez, todavía tenemos dos años para que la infraestructura se construya y empiece a funcionar.

-Los opositores a la incineradora dirán que eso es una política de hechos consumados...

-Me choca mucho que el ejercicio democrático de la ciudadanía, plasmado en un Gobierno de coalición y con un programa definido, se pueda definir como una política de hechos consumados. Estamos cumpliendo la palabra dada a la ciudadanía antes de las elecciones, a las que acudimos con un programa nítido sobre cómo queríamos solucionar el problema de las basuras. Estamos ejecutando aquel plan, que fue validado por la ciudadanía en unas elecciones. Hablar de hechos consumados es tener una visión muy 'sui géneris' de la democracia. El anterior equipo de gobierno actuó a espaldas de una mayoría de las Juntas, pero nosotros tenemos la legitimidad de esa mayoría.

-¿La gestión de los residuos terminó siendo el talón de Aquiles de Bildu la anterior legislatura?

-En Gipuzkoa nos hemos empecinado excesivamente en algunos temas. Hemos convertido algunos proyectos en caballos de batalla que escondían una pugna por el liderazgo político, sobre todo entre el PNV y la izquierda abertzale. Ese choque de modelos hizo que los temas se enquistaran. Ahora hemos llevado la gestión de los residuos a un ámbito técnico, con un proyecto intachable desde el punto de vista medioambiental. Nuestra vocación es acabar con una pugna política que lo único que provoca es que Gipuzkoa no avance, porque cualquier cuestión se convierte en algo de vida o muerte.

-En algunos casos, esa pugna política ha acabado incluso en los tribunales. ¿Considera que pudo haber irregularidades en la gestión de los residuos la anterior legislatura?

-Lo que tengo claro es que estamos viviendo las consecuencias económicas de una nefasta gestión en la anterior legislatura. No estoy en condiciones de pronunciarme sobre repercusiones de tipo jurídico o penal.

-¿Es partidario de pasar página o prefiere que se investigue?

-Esta cuestión está en manos de los tribunales y soy partidario de esperar a que emitan su veredicto. Con el terreno más despejado, podríamos entrar en consideraciones de posible responsabilidad política.

-En sentido contrario, Bildu ha llevado a los tribunales al PNV por presuntas irregularidades en la construcción de la AP-1, lo que se conoce como caso Bidegi. ¿Al final podría salir a la luz algún delito?

-Diferenciaría el plano jurídico y el político. Respecto al primero, tenemos que respetar lo que decidan los tribunales. En el plano político, hemos elaborado informes con apoyo de técnicos de la Diputación en los que se demuestra que la denuncia de Bildu fue falsa. Tengo la certeza política de que fue una denuncia falsa.

-En estos dos años de gobierno, PNV y PSE han apostado por fortalecer la promoción económica, lo que ha llevado a algunos grupos de la oposición a acusarles de «Gobierno antisocial». ¿Qué les respondería?

-Lo antisocial sería no impulsar la economía de un territorio, en este caso de un territorio industrial. Una estructura económicamente competitiva es la garantía de nuestro estado de bienestar y, si alguien pretende desligar ambas cosas, está mintiendo. Gipuzkoa es un referente en la atención a las personas mayores o a las que están en riesgo de exclusión social, gracias a la colaboración de la administración pública y el tercer sector social, por lo que el nivel de protección social es muy elevado.

-Otra crítica en la que coinciden todos los grupos de la oposición es en que su Gobierno está aplicando «el rodillo» en las Juntas...

-PNV y PSE tenemos un programa de gobierno definido y lo estamos desarrollando. En ese ejercicio tenemos que estar abiertos al diálogo y ser flexibles, pero también nos ata el compromiso asumido con la ciudadanía. Tampoco se nos puede pedir que asumamos el programa de la oposición.

-¿Pero alguna parte del programa del PNV y el PSE es negociable?

-Sí, sí. En las Juntas tenemos un diálogo abierto con todos los grupos y se pueden lograr acuerdos. De hecho, se han logrado. Fueron más fáciles en el primer año de legislatura que en este segundo, pero porque la oposición ha endurecido sus posiciones.

-¿De aquí a final de la legislatura podrían endurecerlas aún más?

-De ellos dependerá, pero la Diputación tiene interés en acordar.

Confianza con el PSE

-¿Cómo está siendo la convivencia en el Gobierno de coalición?

-Tenemos una magnífica relación personal y, además, contamos con instrumentos de coordinación que utilizamos todas las semanas, donde hacemos un seguimiento de las cuestiones en las que podemos tener más discrepancias.

-¿Ha habido tensiones?

-Es evidente que algunas ha habido, porque tenemos visiones diferentes y en algún momento han podido aparecer discrepancias. Esas pequeñas tensiones son normales en un gobierno, pero se han encauzado rápido. Para mí es muy importante la confianza, saber que si surge cualquier problema somos capaces de mirarnos a los ojos y decirnos las cosas a la cara. Esa sinceridad es fundamental para que nuestra relación se mantenga fuerte durante toda la legislatura.

-¿El hecho de que el PNV encabece los gobiernos de coalición puede ser un foco de tensión si el PSE se siente en un segundo plano?

-Es obligación de ambos partidos que las apariciones públicas sean equilibradas y nosotros, que tenemos más peso, debemos velar para que esa visión conjunta se plasme de un modo equilibrado. No podemos pretender capitalizar políticamente los proyectos. Además, creo que esa visión unificada fortalece los proyectos.

-¿Tienen una visión unificada en torno a la posible reforma fiscal?

-Desde Gipuzkoa haremos nuestras aportaciones si se determina que hay que actualizar la fiscalidad, pero no podemos realizar un debate ajeno a la reflexión que se haga como país.

-¿Defiende subir los impuestos?

-Mantener las políticas públicas requiere de unos ingresos suficientes, pero la fiscalidad no puede entrar en colisión con la competitividad de las empresas y la economía... Habrá que conseguir la cuadratura del círculo, aunque facilita la cuestión que los ingresos están en fase de crecimiento.

-¿Entonces no los subiría?

-No me cierro a ese debate, pero los cambios no deberían afectar negativamente a la competitividad.

-¿Por qué el acuerdo sobre el Cupo es bueno para Gipuzkoa?

-Las discrepancias que arrastrábamos con el Estado eran como una espada de Damocles para las instituciones vascas, por lo que eliminar esa amenaza es una magnífica noticia. El incremento presupuestario no será espectacular, pero este acuerdo acaba con un riesgo pasado y futuro.

-¿El acuerdo presupuestario del PNV en Madrid también es bueno?

-Evidentemente. En ese acuerdo ha habido cuestiones de infraestructuras y de ámbitos sociales y económicos que afectan a Gipuzkoa. Ahora nos toca garantizar que la letra pequeña de ese acuerdo se cumple.

-En Gipuzkoa, el territorio donde el PP tiene menor respaldo electoral, ¿es un poco más difícil para el PNV explicar los pactos con Rajoy?

-Los comentarios que he escuchado en la calle apuntan a que es un buen acuerdo para Gipuzkoa y Euskadi. Hemos sabido aprovechar la necesidad del PP de nuestros cinco votos para defender los intereses vascos.

-¿Cuáles son los retos de la Diputación para los dos próximos años?

-Los retos estratégicos que programamos al principio de la legislatura están encauzados, pero se presentan algunos nuevos. Gipuzkoa tiene que realizar una serie de apuestas estratégicas como la especialización inteligente de nuestra industria, con un centro de referencia para cada área. Estamos abordando el futuro de Gipuzkoa a diez años vista a través del instrumento Etorkizuna Eraikiz.

-¿En qué afectará ese instrumento al día a día de los guipuzcoanos?

-No es una mera prospección sociológica, sino que se basa en experiencias piloto que tendrán su reflejo en el día a día. Por ejemplo, para fomentar la participación de los trabajadores en las empresas, la conciliación familiar o las políticas de igualdad. Pondremos en marcha experiencias piloto que, si son exitosas, se extenderán al conjunto del sistema. Puede convertirse en una herramienta transformadora para Gipuzkoa.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios