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La pancarta con la firma de Ernai colocada el lunes en la valla exterior de la sede del GBB en Donostia decía «¡Sois basura!» en euskera.
Las instituciones vascas reprochan a Sortu que su «presión social» derive en ataques

Las instituciones vascas reprochan a Sortu que su «presión social» derive en ataques

La izquierda abertzale acusa al PNV de exagerar y dice que lanzar basura «tampoco es Alepo»

Miguel Villameriel

Miércoles, 10 de mayo 2017, 07:00

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La escalada en la «presión social» que las juventudes de la izquierda abertzale llevaron a cabo el lunes al lanzar basura y colocar pancartas ofensivas ante la sede principal del PNV en San Sebastián se volvió ayer en contra de Sortu, que se quedó solo en el intento de justificación de esta acción y recibió la reprimenda de todas las instituciones vascas. El Gobierno Vasco, la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de San Sebastián instaron a la formación de la izquierda abertzale a «condenar con contundencia» el último ataque de los jóvenes de Ernai, que en la última semana habían acosado las sedes del PNV en al menos dos ocasiones más. Si las primeras pintadas fueron por el pacto presupuestario alcanzado con el Gobierno del PP, el ataque del lunes se justificó por el inicio de la construcción de la incineradora de Zubieta. Lo que llevó a las instituciones vascas a reprochar a Sortu que su apuesta por la «presión social» para denunciar lo que no le gusta haya derivado en ataques que «nos devuelven al pasado».

La acción del lunes contra la sede del GBB en Donostia supuso un salto cualitativo porque se realizó a plena luz del día, llevó la firma expresa de Ernai y un miembro de esta organización juvenil de la izquierda abertzale incluso la grabó y la colgó posteriormente en internet. La 'ekin-tza' consistió en que ocho jóvenes ataviados con buzos blancos y las caras tapadas saltaron la valla exterior de la sede, situada en el barrio de Aiete, lanzaron basura contra la puerta principal y realizaron una pintada en la que se podía leer «Pararemos la incineradora». Además, colgaron una gran pancarta en la valla exterior en la que escribieron, en euskera, palabras como «mafiosos» o «sois basura». Esa pancarta llevaba la firma de Ernai.

«Desproporcionado»

El GBB emitió un comunicado la misma tarde del lunes en el que exigió a Sortu que se posicionara públicamente sobre este ataque. Ayer a primera hora de la mañana, el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, ofreció una entrevista a Radio Euskadi que no ayudó a calmar los ánimos. Rodríguez evitó condenar el ataque y acusó al PNV de tener una reacción «desproporcionada» ante lo ocurrido. «Solo fueron unas pintadas y arrojar basura, pero se está elevando a la categoría de ataque o atentado cuando únicamente reflejan un enfado popular importante» por el inicio de las obras de la incineradora. «Pareciera poco menos que estamos en Alepo», ironizó. En cualquier caso, Rodríguez aseguró que Sortu «no hubiera hecho» dicha acción porque «desvía la atención sobre el debate central: que el PNV apoya y sostiene a un Gobierno español corrupto, antisocial, antidemocrático y enemigo de la paz». También quiso «dejar claro que Sortu entiende que la confrontación con el PNV debe dirimirse exclusivamente en términos dialécticos».

Las palabras del líder de Sortu no convencieron a las principales instituciones vascas, que están encabezadas precisamente por dirigentes del PNV. El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, aseguró que los ataques de Ernai «hay que condenarlos radicalmente», por lo que instó a Sortu a hacerlo de forma «contundente y clara». «Minimizar expresiones de violencia de este tipo no es de recibo», aseguró. «Son expresiones de intolerancia que la sociedad vasca quiere dejar atrás, por lo que hay que pedir responsabilidades a quienes las tengan», añadió.

La Diputación de Gipuzkoa, a través de su portavoz, Imanol Lasa, lamentó que «muchos portavoces de la izquierda abertzale demuestran tener puño de hierro para atacar las sedes de otros partidos, pero mandíbula de cristal cuando se les apela a condenar este tipo de hechos». Lasa aseguró que «este hecho obedece a una estrategia, alguien ha dado la orden y no es ninguna casualidad», y recordó que «Sortu ya dijo que era momento de aumentar la presión social. Y esa presión se traduce en ataques a los partidos».

Por su parte, el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, exigió una condena a Sortu y aseguró que «no vale con decir que no lo hubieran hecho». También preguntó si «cuando este partido habla de incrementar la presión social contra la incineradora se refiere a estos comportamientos».

También el delegado del Gobierno en Euskadi, Javier de Andrés (PP), se refirió a los últimos ataques a sedes del PNV y aseguró que sus autores «son una parte ya marginal de la sociedad vasca a la que le cuesta aceptar las reglas democráticas».

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