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Mariano Rajoy responde a Antonio Hernando desde el estrado.
El Gobierno y el PSOE cierran filas en el Congreso para que no haya concesiones

El Gobierno y el PSOE cierran filas en el Congreso para que no haya concesiones

El Ejecutivo de Rajoy insiste en que la única vía para plantear cambios en política penitenciaria es que ETA se disuelva

MIGUEL VILLAMERIEL

Jueves, 23 de marzo 2017, 06:57

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El Gobierno de Mariano Rajoy y el PSOE hicieron ayer un paréntesis en su política de oposición en el Congreso para cerrar filas en torno a que el desarme de ETA se culmine sin ningún tipo de concesión. Populares y socialistas escenificaron ayer en el pleno de control al Gobierno su coincidencia en que la organización terrorista debe desarmarse sin que medie negociación alguna y en que, aunque entregue las armas, no debe conseguir ningún beneficio.

El portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, modificó la primera pregunta del pleno de control de ayer para mostrar su respaldo a la actitud mostrada en los últimos días por el Gobierno ante el anuncio del próximo desarme de ETA, que calificó de «propagandístico». Aseguró que el acto previsto para el 8 de abril estará protagonizado por «los que no han asumido su derrota y no han tenido el coraje de arrepentirse y pedir perdón a las víctimas».

«Consideramos que ETA ha querido recuperar protagonismo a través de este anuncio exigiendo a los estados francés y español que no obstaculicen el proceso», subrayó Hernando, que añadió que la organización armada debe saber que «la sociedad resistió primero al terror para definitivamente vencerlo».

Más que una pregunta al presidente del Gobierno, la intervención de Hernando fue un respaldo público de los socialistas a la actitud mostrada por el Ejecutivo de Rajoy desde el pasado viernes, así como una reivindicación del trabajo desarrollado por el PSOE durante sus años de gobierno. De hecho, Hernando destacó el compromiso de unidad y lealtad que siempre ha mostrado su partido en la lucha contra ETA. Tanto la intervención del portavoz socialista como la posterior respuesta de Rajoy se cerraron con una sonora ovación de una mayoría de los diputados.

Al tomar la palabra, Rajoy suscribió «al cien por cien» las palabras de Hernando y dejó claro que la postura del Gobierno «no ha variado». «Es la misma desde que asumí la Presidencia del Gobierno, y también lo era antes de llegar» a la Moncloa, destacó.

Rajoy reiteró que si ETA «quiere desarmarse, que lo haga y lo haga ya, sin dilaciones». Una postura que, a su juicio, «es la misma que mantiene el Gobierno de Francia». Rajoy concretó esas posiciones unánimes en varios puntos: «ETA es una organización terrorista y no se negocia con terroristas» y «la banda no conseguirá ningún beneficio político», de la misma forma que no lo logró por dejar de matar.

El presidente del Gobierno indicó que el único desarme que se ha llevado a cabo hasta ahora ha sido el provocado por las fuerzas de seguridad españolas y francesas. Recomendó a ETA a que, para si quiere acometer su desarme definitivo, la mejor forma es que diga dónde están las armas «sin alterar su emplazamiento y contenido y sin ningún tipo de negociación». Los españoles, precisó, solo esperan su disolución como organización, un plan de deslegitimación de los terroristas y de sus ideas y «cerrar definitivamente una etapa que solo ha traído muerte y sufrimiento». En este sentido, terminó su intervención con un recuerdo a las víctimas del terrorismo. «No las vamos a olvidar nunca», aseguró.

Desarme más disolución

Aunque en su intervención no hizo ninguna referencia a la política penitenciaria, fuentes del Gobierno señalaron que Rajoy no se plantea introducir cambios en la política penitenciaria aunque se confirme el desarme definitivo de ETA, ya que mantiene como condición indispensable para ello que la organización se disuelva. Por tanto, parece difícil que, al menos a corto plazo, pueda atender la propuesta del Gobierno Vasco de que el alejamiento de presos de ETA se limite a un máximo de 250 kilómetros de Euskadi.

El plan de presos que actualiza periódicamente la Secretaría General de Paz y Convivencia del Ejecutivo de Urkullu plantea esa medida, así como una flexibilización de la situación penitenciaria de los presos gravemente enfermos, pero el Gobierno de Rajoy ha dejado claro que no hará nada que pueda interpretarse como una «concesión».

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