La primera reunión con el ministro Zoido se celebra este miércoles

-Supongo que cuando cerraron la cita para esta misma semana el desarme de ETA anunciado el viernes no estaba en su agenda.

-En principio no o no desde este punto de vista. El objetivo es abordar todos los temas de seguridad, cuestiones como la integración de la Ertzaintza en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado. Ahora solo se nos convoca de forma esporádica, pero lo que queremos es reivindicar que lo hagan de una manera sistemática y constante

-¿Tratarán también sobre las nuevas promociones de la Ertzaintza?

-Sí claro, aunque por teléfono ya me ha comunicado que comparte nuestra preocupación por el necesario relevo generacional, la seguridad y la colaboración.

-¿Son más fluidas las relaciones con el Estado que hace unos años?

-Bueno, vamos a ver que ocurre en la próxima reunión, por ejemplo con las funciones de seguridad en los puertos de Bilbao y Pasaia. Lo que está claro es que nuestra disposición a mantener relaciones más ágiles es absoluta.

-Uno de sus objetivos, lo ha repetido en distintas ocasiones, es que la Ertzaintza sea una policía cercana a la ciudadanía.

-Es que lo que pretendemos, que detecte los problemas y las necesidades de la sociedad, que no espere a que nos vengan a pedir. Para ello se trabaja y se trabaja bien, con el incremento de los patrullajes a pie, con la adaptación de las comisarías, con unas oficinas de atención más accesibles y amables. Nuestro plan de seguridad da una importancia fundamental a esa relación de transversalidad y colaboración con todos aquellos que tenga que ver con la seguridad. No hablo solo de policías, sino también de bomberos, de voluntarios, de emergencias, de tráfico, de prevención... Los campos son muy amplios y nuestro objetivo es estar presentes en todos ellos. En charlas sobre bullyng, sobre violencia o los ciberataques.

-¿Tiene la percepción de que la imagen de la Policía vasca ha cambiado a mejor?

-Vivimos en una situación de normalidad y eso influye en la forma de trabajar. La Ertzaintza estuvo muy condicionada por la amenaza de ETA y eso condicionó los modos de trabajar. El cese de la violencia abrió una gran oportunidad y ahora, el 80% de los servicios que prestamos tienen carácter asistencia.