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Borja Sémper, ayer en un banco del centro de San Sebastián.
Sémper: «Somos el interlocutor más claro para aprobar los Presupuestos vascos»

Sémper: «Somos el interlocutor más claro para aprobar los Presupuestos vascos»

«El Ejecutivo de Rajoy tiene disposición para llegar a acuerdos, pero espera la misma actitud del Gobierno Vasco», afirma

MIGUEL VILLAMERIEL

Viernes, 9 de diciembre 2016, 07:01

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Borja Sémper confía en que «el nuevo momento político» que se ha abierto tras las elecciones generales y autonómicas, con dos gobiernos que necesitarán de apoyos externos para sacar adelante sus proyectos, permita abrir «una etapa de mayor distensión» entre instituciones. Asegura que el Ejecutivo de Rajoy está dispuesto a llegar a acuerdos con el Gobierno Vasco, pero reclama una actitud similar por parte del gabinete de Urkullu.

-El Gobierno Vasco ha pedido al Ejecutivo central que encauce cuatro litigios competenciales antes de final de año para mostrar su voluntad de acuerdo. ¿Lo ve posible?

-La vicepresidenta del Gobierno ya ha manifestado que hay disposición para destensar la relación entre ambos gobiernos. No es grave que se puedan dar discrepancias entre instituciones, lo importante es que esas diferencias se traten de resolver por la vía del acuerdo. Lo que Rajoy pide al Gobierno Vasco, y especialmente al lehendakari Urkullu, es que esa buena disposición que ha mostrado el Gobierno central sea respondida con la misma actitud. Si se produce esa respuesta positiva, entraremos en un terreno de distensión y en una senda de más entendimiento. La legislatura pasada estuvo marcada por la crisis económica y por un calendario electoral que también influyó, pero esta etapa puede ser diferente.

-¿La mayoría absoluta del PP la legislatura pasada dinamitó algunas vías de entendimiento?

-También el PNV y el Gobierno Vasco estuvieron en una clave electoral, por lo que no buscaron demasiados acuerdos con el Gobierno de Rajoy. Siempre que se da un conflicto hay responsabilidades compartidas. Probablemente ha habido errores por parte de todos, pero ahora se trata de corregir esos errores.

-¿Percibe el deshielo del que tanto se habla estos días?

-La imagen del deshielo como bandera argumental puede quedar muy bien, pero las relaciones anteriores no eran tan frías como a veces se ha hecho ver desde el Gobierno Vasco. Ha sido más una pose de cara a la galería que la realidad, porque los consejeros vascos se reunían con ministros con absoluta normalidad. El Gobierno Vasco pecó de un excesivo victimismo y buscó demasiadas veces una fotografía de enfrentamiento, cuando la realidad soterrada, del día a día, era de más cordialidad. Pero bienvenido sea que a esa relación normalizada entre instituciones se añada ahora un deshielo público.

-Alguno de los conflictos competenciales, como la Ley de Adicciones, salió adelante en el Parlamento con el apoyo del PP vasco. ¿Ustedes pueden hacer algo para facilitar esos entendimientos?

-Vamos a ser una pieza clave para ayudar en esa relación normalizada. Aunque hay que recordar que la mayor parte de los conflictos son de competencias, y el Gobierno Vasco ya estaba advertido previamente de que podían ser recurridos. Así ocurrió por ejemplo con la Ley de Vivienda o la OPE de la Ertzaintza, que vulneraba compromisos adquiridos con la UE al aumentar el gasto público.

-Si el Gobierno Vasco mantiene la OPE de la Ertzaintza y el Ejecutivo de Rajoy cede ahora porque necesita el apoyo del PNV a los Presupuestos, ¿querrá decir que antes fue demasiado intransigente?

-Si el Gobierno fue intransigente la anterior legislatura lo sería en el cumplimiento de la ley y de los compromisos adquiridos con la UE, y ahí no había mucho margen. Ahora la situación económica es mejor y también el momento político es diferente, por lo que habrá que ver en qué cuestiones se puede acordar. Pero habrá que negociar y modificar algunas posturas, lo que no puede haber es una actitud positiva por parte del Gobierno de España y que el Gobierno Vasco se mantenga erre que erre en sus planteamientos.

-¿Comparte que ambos ejecutivos puedan tener una relación bilateral para tratar sus discrepancias?

-Esa relación bilateral ya existe. Nuestra singularidad, que nos hace tener unas competencias propias por encima de cualquier otra comunidad autónoma, nos lleva también a una relación diferente con el Gobierno de España. Esa relación ya es bilateral, aunque el PNV a veces se haga trampas al solitario. Al final el problema no es tanto el tipo de relación que tenemos con el Estado, sino cómo gestionamos nuestras competencias. Que Lanbide no funcione o que los resultados del informe Pisa estén en continuo retroceso no es un problema de Madrid, sino de la gestión que hace el Gobierno Vasco. Al PNV le interesa desviar la atención a un supuesto conflicto con el resto de España, pero eso no es real.

-¿Para el PP vasco es beneficioso que las relaciones se normalicen?

-Estamos a favor de todo lo que signifique estabilidad política, porque es lo que genera estabilidad económica, crecimiento y empleo. El PP vasco quiere ser partícipe de la gobernabilidad en Euskadi.

-¿Si el PNV terminase apoyando los Presupuestos del Estado, lo lógico sería que el PP vasco hiciera lo mismo con las cuentas vascas?

-Esa es la ecuación que todo el mundo hace, aunque yo defenderé hasta el final que son dos cosas diferentes. Están relacionadas, porque en ambos casos hablamos de dar estabilidad institucional, pero los Presupuestos del Estado se debatirán en Madrid y los vascos tendremos que tratarlos en Euskadi. No se puede afrontar la negociación como un mercadeo. Pueden avanzar en paralelo, pero son dos cuestiones diferentes.

-¿Qué papel quieren tener en la relación entre el PP de Rajoy y el PNV?

-Alfonso Alonso (presidente del PP vasco) ha sido ministro y portavoz parlamentario, por lo que tiene una relación muy estrecha con los miembros del Gobierno y con los máximos dirigentes del PP. Esa interlocución no la tiene nadie, pero eso no le convierte en bisagra de nada, sino en un interlocutor necesario para las cuestiones que afectan a Euskadi. Nosotros no queremos ser la interlocución del PNV, sino que tenemos un proyecto para Euskadi y queremos influir en el Gobierno de España para defender ese proyecto del PP vasco. Otra cosa es que, además, vayamos a colaborar en que la relación entre gobiernos sea fluida y fructífera.

-¿La falta de mayoría absoluta del pacto PNV y PSE les dará más juego en el Parlamento Vasco?

-Creo que sí, pero se verá a lo largo de la legislatura. Una de las primeras cuestiones que habrá que tratar es la aprobación de los Presupuestos vascos, y ahora mismo veo difícil que EH Bildu o Podemos los vayan a apoyar, por lo que el interlocutor más claro para el Gobierno Vasco somos nosotros. Estamos dispuestos a arrimar el hombro siempre que esos Presupuestos nos parezcan buenos. Vamos a ejercer una oposición firme, pero con la mano tendida.

Presencia en las ponencias

-En las próximas semanas se va a debatir en el Parlamento la constitución de las ponencias de autogobierno y de memoria y convivencia. ¿El PP vasco se plantea quedarse fuera de alguna de ellas?

-En la de autogobierno vamos a participar sí o sí, aunque no estamos dispuestos a que se siga mareando la perdiz. No puede ser que ahora los dirigentes del PNV y el PSE nos digan que hace falta otra legislatura para seguir debatiendo: dos años para seguir reflexionando y otros dos para acordar. ¡Pero si hemos estado los últimos cuatro años debatiendo sobre esto! Si el PNV quiere plantear un nuevo estatus, pues que presente un texto articulado sobre el que podamos debatir. Vamos a pedir concreción y creemos que ese texto podría estar listo en cuestión de meses. Si el nuevo estatus es tan urgente como dice el PNV, que lo presente ya. Voy a intentar cambiar el guion del PNV para que los debates se centren en las cosas del comer.

-Igual le responden que las prisas no ayudan a buscar el consenso.

-El PNV está en una estrategia dilatoria para no concretar lo que quiere y no incomodar a sus socios socialistas. Por eso mantiene un discurso victimista de culpar a no sé quién de los males propios: 'Esto no funciona porque no tenemos un estatus propio'. Esa broma se tiene que acabar.

-El problema para el PP puede ser que se presente un nuevo estatus que contemple el derecho a decidir y que reciba un amplio respaldo del Parlamento...

-Bueno, entonces ya lo abordaríamos, pero por ahora que el PNV diga lo que quiere. Nosotros no nos negamos a un debate para la reforma del Estatuto, solo que lo que vemos como puntos de posible mejora no parece ser a lo que apunta el PNV. ¿Hasta dónde quiere llegar? Yo quiero saberlo, porque si no nos está hurtando la posibilidad de debatir sobre cosas concretas. Hablemos con claridad y quitémonos las caretas.

-¿Podrían ausentarse de la ponencia de memoria y convivencia?

-Estamos muy preocupados con el texto que han presentado el PNV y el PSE para su constitución. Nosotros queremos colaborar en algo que nos parece fundamental, porque no hay nadie que haya sufrido más que el PP a causa de ETA y queremos participar del momento post-ETA. Por eso queremos que esa ponencia trabaje para garantizar que nunca nadie vuelva a utilizar la violencia para defender una idea política. Para eso hay que deslegitimar la utilización del terrorismo, y hay que decirlo con claridad. Si no hacemos eso, seguirá habiendo chavales de 15 años que homenajeen a terroristas en ikastolas. El texto de PNV y PSE no habla de deslegitimar el terrorismo, y a nosotros nos cuesta mucho participar en esas ceremonias de la confusión.

-¿No sería peligroso para el PP vasco autoexcluirse de esa ponencia?

-Si nos tenemos que quedar solos en la deslegitimación del terrorismo nos quedaremos solos, pero es algo que nos parece imprescindible. Preferiría que todos los demás, especialmente el PNV y el PSE, se sumaran a ese objetivo, pero son ellos los que evitan decirlo con claridad. En la sociedad vasca ya convivimos con normalidad personas que pensamos diferente, pero quien rompe la convivencia es aquel que cree que a mí, por el hecho de ser del PP, se me puede pegar o se me podía matar.

-A veces da la impresión de que la sociedad va por delante de los partidos en cuestiones como ésta.

-Euskadi es plural y los ciudadanos conviven con normalidad, pero el mensaje político desde las instituciones debe ser claro y contundente en la deslegitimación del terrorismo. Aún sigo oyendo mensajes legitimadores de la historia de ETA, por lo que todavía hay que hacer mucha pedagogía democrática. Para nosotros sería más cómodo diluirnos y sumarnos a la teoría de los múltiples conflictos. Es verdad que ha habido muchas violencias en este país, de ETA, de los GAL, de otros grupos terroristas, pero la única que ha sido legitimada socialmente ha sido la de ETA. Y eso hay que desmontarlo.

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