Manu Lezertua: «Con las víctimas hay que permanecer a la escucha. Nunca haremos lo suficiente para paliar su dolor»

-¿Qué pensó cuando nada más ser nombrado Ararteko le diagnosticaron el cáncer de pulmón?

-'Sólo me faltaba esto'. Me habían nombrado Ararteko el día anterior y tenía muchas incógnitas en la cabeza, temas de trabajo y personales, como el del cambio de casa de Estrasburgo (Francia) a Vitoria. Se me acumularon los asuntos y me empecé a agobiar.

-Habrá sido una experiencia dura...

-Me considero una persona 'hiper- responsable', así que cuando los médicos me dijeron que durante un tiempo únicamente debía pensar en recuperarme, viví una situación angustiosa. Tuve un momento en el que me encontré bajo de ánimos y cuando fui a la cita con el cirujano pasé una semana flojo de moral, porque me indicó que probablemente habría que extirpar dos tercios del pulmón. No pensaba, hasta entonces, que fuera para tanto.

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