«¿Quién ha lanzado proyectiles de caucho?»

Sin embargo, uno de los motivos que más ha encendido los ánimos entre las centrales sindicales ha sido la decisión de "pedir explicaciones y preguntar a los agentes" por el lanzamiento de los nuevos proyectiles de caucho durante la batalla campal que se organizó en Vitoria, donde se dispararon "cerca de sesenta" con los nuevos lanzadores HK 169, de la marca alemana Heckler & Koch, según explicaron fuentes policiales.

A raíz del fallecimiento de Iñigo Cabacas como consecuencia del impacto en la cabeza de una de las antiguas pelotas de goma -cuyo uso está ahora restringido a la Brigada Móvil sólo para situaciones extraordinarias-, se han extremado los mecanismos dirigidos a controlar internamente quién y cómo utiliza el material antidisturbios. Una supervisión que, según se está desprendiendo de la instrucción judicial abierta para aclarar el fallecimiento del joven aficionado del Athletic, contrasta con la "absoluta falta de control" que existía de este tipo de armas al menos en la comisaría de Bilbao. El problema, a juicio de los sindicatos, es que, más que control, lo que se está realizando es una "caza de brujas" entre los policías y se está poniendo en "grave riesgo" la integridad de los agentes "al poner tantas trabas para repeler" los ataques como los sufridos el jueves en Vitoria con piedras y adoquines o, por ejemplo, para contrarrestar los destrozos sufridos en Bilbao durante la cumbre económica del Fondo Monetario Internacional (FMI).

«Permisividad»

El temor extendido entre muchos agentes ha llegado al punto de que algunos de ellos no querían comparecer ante sus superiores sin antes recibir asistencia por parte de los servicios jurídicos de los sindicatos. En este contexto, Erne, la central mayoritaria, exigió el cese del jefe de la comisaría de Vitoria por su "incompetencia" en la planificación y por hacer una "caza de brujas" entre los agentes que se "defendieron" con los nuevos lanzadores.

Desde Esan también censuraron la "falta de previsión y profesionalidad" del Departamento de Seguridad -que además se viene "repitiendo" en otros episodios-, en una jornada en la que ya se "intuía" que podían haber incidentes. El Sipe insistió en que lo vivido el jueves es un ejemplo de "permisividad" hacia los alborotadores y denunciaron que la "única preocupación" del Nagusi de Vitoria era saber "quien había usado material antidisturbios". El sindicato Euspel reclamó una "regeneración muy profunda" en la dirección de la Ertzaintza porque se está "poniendo en riesgo" la vida de los ertzainas por la falta de previsión que ha demostrado "en numerosas ocasiones: Tolosa, Gasteiz...".