PNV y PSE consolidan su alianza al renovar el pacto para los Presupuestos de 2015

El acuerdo entre PNV y PSE se gestó en una reunión a principios de esta semana y se cerró ayer después de que ambas partes limaran algunas diferencias. El pacto se centra en la aceptación por parte del Gobierno Vasco de varias enmiendas a los Presupuestos por valor de 35 millones de euros, un montante que viene a sumarse a los 150 millones que la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, puso en su día como condición para empezar a negociar y que el Ejecutivo de Urkullu incluyó en el mismo proyecto presupuestario.

La nueva líder socialista anunció al llegar al cargo que el lehendakari no podía dar por supuesto el apoyo del PSE a las cuentas, por más que hubiera un acuerdo plurianual firmado el año pasado entre jeltzales y socialistas, pero el devenir de los acontecimientos ha demostrado que Mendia tampoco ha querido apretar demasiado a Urkullu. Fuentes socialistas se declararon ayer «satisfechas» con el acuerdo alcanzado y puntualizaron que «tampoco había mucho más margen para negociar», al tiempo que destacaron «la buena disposición» que han encontrado en el Gobierno Vasco y el PNV para alcanzar un acuerdo. Con la continuidad de esta alianza, el PSE se mantiene como una formación influyente en Euskadi a las puertas de unas elecciones forales y municipales en las que los socialistas esperan frenar la caída electoral de los últimos años.

El Ejecutivo de Urkullu, por su parte, cumple el objetivo de mantener un pacto de país con el PSE que garantiza a Urkullu una estabilidad de la que su gobierno en minoría careció en el inicio de la legislatura, cuando se vio obligado a retirar sus primeros Presupuestos. Los gestos de buena voluntad hacia los socialistas para lograr un acuerdo presupuestario han sido notorios desde el primer momento. El consejero de Hacienda y Finanzas, Ricardo Ga-tzagaetxebarria, llegó a reconocer que el proyecto de cuentas recogía el grueso de las reivindicaciones del PSE el día de su aprobación por parte del Consejo de Gobierno.

Un acuerdo de 185 millones

El reto de los socialistas vascos era influir lo más posible en el destino de los cerca de 185 millones adicionales que el Gobierno Vasco iba a manejar con respecto a los Presupuestos del año pasado. La reforma fiscal pactada en 2013 por PNV, PSE y PP ha provocado que este año se generen unos ingresos públicos superiores a los del año pasado en cerca de 450 millones. Fuentes socialistas explicaron que 200 de ellos se destinarán a la amortización de deuda y al ajuste del límite de déficit público, que en 2015 se reducirá al 0,7% del PIB. Otros 50 se dedicarán al pago de una cuarta parte de la paga extra que en su día se dejó de abonar a los funcionarios por un decreto del Gobierno central. Por ello, quedaba un remanente de cerca de 200 millones que los socialistas han querido dirigir a objetivos como «fomentar el empleo, ayudar a la economía productiva, evitar los recortes, garantizar la protección social y mejorar la solidaridad».

La ejecutiva socialista puso una primera condición al reivindicar que el proyecto de Presupuestos destinara de entrada 150 millones a algunos de esos objetivos. El Gobierno Vasco atendió los deseos del PSE y Gatzagaetxebarria aumentó las partidas correspondientes en esa proporción. Tras este gesto, el acuerdo final era cuestión de tiempo y sólo dependía de que los grupos parlamentarios del PNV y el PSE negociaran algunas enmiendas más concretas. Finalmente, ayer se cerró el montante final de éstas, que asciende a 35 millones de euros.

Fuentes del PSE no entraron ayer al detalle de las enmiendas negociadas, pero explicaron que esos 35 millones se destinarán a partidas presupuestarias relacionadas «con la industria cultural, algunas infraestructuras, la mejora de varios centros educativos y sanitarios, la investigación y la ampliación de las AES y las ayudas a la conciliación».

Con este acuerdo, el PSE se compromete a no presentar una enmienda a la totalidad y a facilitar las cuentas del Gobierno Vasco, aunque no a votar a favor. De hecho, lo más probable será una abstención, como ocurrió el año pasado. Por otro lado, el acuerdo no contempla exclusividad, por lo que el Ejecutivo de Urkullu podrá negociar con otros grupos su apoyo a los Presupuestos.