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Cada político en su salsa

Cada político en su salsa

Cuatro dirigentes vascos desvelan sus recetas más sabrosas

ELISA LÓPEZ

Sábado, 23 de agosto 2014, 08:26

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En invierno no salen de la cocina de la política pero en verano aprovechan para dedicarse también a otras salsas. Son cuatro políticos vascos que se mueven entre pucheros a sus anchas, hablan de sus gustos culinarios y desvelan sus trucos y recetas más sabrosas. Denis Itxaso, Borja Sémper, Ikerne Badiola y Jokin Bildarratz confiesan qué ingredientes consideran imprescindibles para 'mejorar' los malos tiempos que atraviesa la política.

Un maestro paellero. Denis Itxaso se mete en muchos berenjenales. La mayoría de las veces sin querer. Al concejal socialista del Ayuntamiento de San Sebastián le gusta cocinar y reunir a toda la familia en torno a una buena comida. Una tarea nada fácil teniendo en cuenta que son cinco hermanos, cuñados, sobrinos... «Hace poco preparé una paella de pescado para quince y salió muy buena», asegura, y se ríe al reconocer que este verano se está convirtiendo en «un maestro del arroz». Compró una paellera grande con su quemador incluido. Y no para. Las hace de pescado, de marisco, valencianas con pollo y conejo... Pero las habilidades culinarias del presidente de la Mancomunidad de San Marcos y secretario de Medio Ambiente del PSE en Gipuzkoa van más allá.

Le gusta cocinar para su pareja, sobre todo, los fines de semana, que tiene más tiempo. Prepara pasta, pescados al horno, como rape o merluza. Y en Navidad, con la receta de una amiga americana, se lanzó a cocinar un pavo relleno que, a juicio de los comensales, resultó delicioso. Pero esos son palabras mayores y en el día a día se arregla con 'cosas más frugales': «pechuga a la plancha, verduritas. Y cultivo tomates, rúcula, aromáticas... de hecho, hago mi propio pesto con la albahaca que tengo plantada», cuenta.

A Denis Itxaso también le gusta probar cosas diferentes. Cuando viaja observa para aprender, y el año pasado se trajo de Italia semillas de tomates de allí -«que tienen un aroma especial»-, y pastas diferentes. También estuvo en Perú, la tierra de su pareja. Precisamente su asignatura pendiente es preparar cebiche peruano. ¿Y de repostería? «Cero. Nunca me he puesto a hacer un bizcocho... en Donostia hay muy buenas pastelerías», bromea.

¿Improvisa o sigue la receta?

Tengo algún libro. Pero también improviso y trato de innovar.

El concejal donostiarra prefiere comer en casa que en la calle porque cuando cocina se relaja, le ayuda a pensar... y le encanta como actividad social. También le gustan los espacios culinarios y es un seguidor de Jamie Oliver en Canal Cocina. «Le tengo mitificado, ver cómo prepara sus platos es un espectáculo. Hace recetas muy campestres, pero todavía no me atrevo a hacerlas en casa».

El 'cocinillas'. «Me gusta mucho la gastronomía, pero no soy buen cocinero», confiesa Borja Sémper. El portavoz del PP en el Parlamento Vasco y presidente de los populares guipuzcoanos se autodefine como 'cocinillas de supervivencia'. Como vive solo no le queda más remedio, cuenta. El hecho de tener a su hijo en casa -algo que sucede con mucha frecuencia- le ha obligado a esforzarse en aprender, y se va defendiendo. «¡A un niño le tienes que alimentar bien!», exclama. Y así ha descubierto que le gusta meterse en la cocina y trajinar entre cazuelas. «Tengo amigos con mucha mano que cocinan en mi casa, yo me fijo y así aprendo», asegura. Entre semana hace una dieta sana y, como habitualmente almuerza fuera, procura por todos los medios cenar siempre en casa. «Por la noche preparo cosas limpias; verduras, ensaladas, carnes y pescados a la plancha. Y huyo de las cenas de trabajo», señala. El político irunés confiesa que le sale bien el bonito encebollado. Y le gusta comprar un buen pescado y asarlo en el horno con un chorrito de un buen aceite de oliva. Uno de sus platos favoritos.

Ahora, dice, ya se atreve con casi todo, o lo intenta. Admite que no sigue libros de recetas, aunque los tiene, y que prefiere improvisar y escuchar a los que saben. Como a David de Jorge, «pero por la noche cuando reponen su espacio de ETB». No obstante, insiste en que improvisa, «deconstruyo la gastronomía tradicional a mi manera», bromea. En verano cocina menos porque pasa más tiempo fuera de casa, aunque sus amigos sí lo hacen, entonces Borja se pone el delantal y hace de 'pinche'.

Cocina de toda la vida. ' A Ikerne Badiola le gustaría cocinar más pero le falta tiempo. La diputada foral de Cultura, de EH Bildu, confiesa que le encanta la gastronomía, tanto la tradicional como la nueva. Y reconoce que es de esas personas que no sigue mucho las recetas, se mueve entre pucheros por sentido común. «No sé decir las cantidades que pongo, voy a mi aire... cocino por intuición». Sin embargo, en ocasiones sigue Canal Cocina o Master Chef. Cuando una habla con Ikerne llega a la conclusión de que es una mujer apañada y con recursos, que prefiere las cosas hechas «a fuego lento» y con «mimo». Tiene mano para las paellas de marisco, los pimientos rellenos y la sopa de pescado. La repostería ahora la tiene abandonada: «Ahí sí que tienes que trabajar con las medidas exactas, que no es precisamente lo mío», bromea. Cuando el tiempo se lo permite come en casa, porque hacerlo en la calle todos los días le resulta «agotador». Igual que comer por compromiso. No es amiga de los almuerzos de trabajo, «mejor disfrutar de esos momentos en torno a una mesa con la familia y los amigos», afirma.

Una comida sana y natural. Jokin Bildarratz está inmerso en un plan de dieta sana y equilibrada. Tanto él como su mujer. Y asegura que tiene una explicación. Salvo en vacaciones, el senador del PNV vive en Madrid de lunes a jueves. Lo que se traduce en comer en la calle y no muy bien. Por eso, los fines de semana y ahora, en verano, aprovecha para comer en casa, en Tolosa, y cuanto más sano, mejor. «Preparar la comida supone dedicarse un homenaje a uno mismo, que empieza desde que uno sale de casa en busca de buenos productos hasta regresar, poner música, una velita si hace falta...», confiesa. Y lo dice porque, debido a su cargo, no puede hacer a diario esa vida de familia que tanto le gusta.

Cuando habla de comida muy sana, el miembro del Gipuzko Buru Batzar se refiere a que sea lo más natural posible. «Comprar en aquellos ámbitos cercanos y que conozcas -a los caseros, en los mercados de los pueblos...- buenos productos, que además sean de temporada, porque entonces estarán a buen precio», explica. Y pone un ejemplo de comida veraniega: «ensalada variada de lechuga con zanahoria rallada, maíz y rabanitos. Barato y buenísimo. Y pescado, ahora que estamos en la época del bonito... con una cebolla pochada y un pimiento verde, y no muy hecho. Fácil y delicioso. Y de postre, algo fresquito como una macedonia con fruta del tiempo, y helado si apetece... Comida ligera, sana y barata». Y además, insiste, así se potencia el sector primario.

Recomienda entonces buenos hábitos alimentarios...

Sin duda. Hay que cuidar la calidad de lo que ingerimos. Creo que muchas enfermedades vienen de los malos hábitos; tantos azúcares, refrescos, prefabricados, congelados...

A Bildarratz se le nota que cocina con mimo. Cuida todo lo que hace. Unas alubias de Tolosa a fuego muy lento; un pollo de caserío, que mete en el horno cuatro horas... Dedicar tiempo a cocinar, pero también a comérselo, «con buena compañía y poder hablar con la familia, con mi mujer, con mis hijos, los amigos... que en este tiempo parece imposible», añade.

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