Borrar
El mirador natural de Erroiarri ofrece una magnífica vista del barranco
Erroiarri, el secreto de Artikutza

Erroiarri, el secreto de Artikutza

Este rincón, accesible en media hora de marcha, ofrece una perspectiva inmejorable de todo el frondoso valle

elisa belauntzaran

Jueves, 14 de julio 2016, 20:56

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Dicen que Artikutza tiene algo de misterio que encandila a quien se adentra por sus bosques. Algo de cierto tendrá, porque el poder de sus árboles lo convierte en un lugar con mucho encanto y, para muchos, encantado. Mañana domingo, el Ayuntamiento de Donostia ha organizado una salida a través de bosques de hayas, robles y visitarán algunos de los rincones más bonitos de Artikutza, entre ellos la cascada de Erroiarri. Impresiona escuchar la fuerza del agua cuando cae y sigue su camino entre los árboles, llevándose a su paso piedras y ramas quebradas. Todo un espectáculo natural cuya belleza roza, en cualquier época del año, casi la perfección. Pero la popular cascada toma su nombre de la discreta cumbre de Erroiarri, que cuenta con un balcón natural único. Este domina el barranco que, a sus pies, ofrece una perspectiva idílica de las maravillas naturales de Artikutza.

Esta finca toma el nombre del pequeño barrio que se ubica en su interior, cuyas primeras referencias escritas se remontan al siglo XIII. En esta época Artikutza formaba parte del término denominado Anizlarrea, propiedad de la Colegiata de Santa María de Roncesvalles, cuya autoridad se mantuvo, en parte, hasta el siglo XIX. En 1815 Roncesvalles y Goizueta firmaron una concordia por la que Anizlarrea se dividió en dos partes: por un lado, 5.477 hectáreas del moderno Anizlarrea pasaron a manos de Goizueta y por otro, las 3.770 de Anizlarrea Viejo, propiedad en la actualidad del Ayuntamiento de Donostia, después de la compra de esta parte, fueron a parar a los herederos del marqués de Acillona en enero de 1919.

Un mirador único

Mañana se llevará a cabo una salida por la zona de Erroiarri, partiendo del parking de la casa del guarda o Exkax (650 m.). Allí, paneles informativos nos situarán a nosotros y los montes, riachuelos... de la zona siguiendo el sendero de Elizmendi y el antiguo ferrocarril que acercaba el mineral extraído en la zona hasta Errenteria. Deberemos seguir la carretera de acceso restringido, hasta el collado (619 m.). Las marcas blancas y amarillas de la PR-NA 124 nos guiarán en todo momento durante nuestra salida. Por la carretera nos acercarán a la colina de Zurbitz (690 m.), donde deberemos tomar en la curva una senda que entra a la izquierda en el hayedo de nuestra cumbre, con poco desnivel, hasta alcanzar un grupo de peñascos cimeros (633 m.).

Poco a poco descenderemos por la ladera con cierta pendiente hasta llegar al camino de Madariko Lepoa (575 m.). Allí nos encontraremos el mirador natural (580 m.), donde escucharemos la cascada y nos inundará la belleza del verde barranco, plagado de árboles. Naturaleza en bruto. Siguiendo la senda balizada, nos encontraremos con la repisa tallada en la roca por donde fue el antiguo tren de Artikutza. Una vez en el barrio, seguiremos hacia la presa y el albergue. Después avanzaremos por un camino a través del barranco. A ratos solo escucharemos el ruido de nuestros pasos sobre el camino o algún trozo de rama que cae al vacío. El canto de algún pájaro romperá el silencio del bosque, haciéndonos regresar de ese espacio mágico en el que nos encontramos. Pronto nos daremos cuenta de que la cascada de Erroiarri (455 m.) está cerca. Antes la pudimos escuhar, pero el camino nos acercará hasta ella y una vez en ella, podremos disfrutar de otra bella estampa.

Después, poco a poco, abandonaremos el hayedo en el que los carboneros de Goizueta y las localidades de la zona trabajaron duro para lograr el sueldo que les permitía mantener a sus familias.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios