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Una de las principales puertas de entrada al Fuerte de Guadalupe, prácticamente oculta a los curiosos del exterior.
Guadalupe, la primera defensa en la frontera

Guadalupe, la primera defensa en la frontera

Las construcciones militares, olvidadas para cuestiones bélicas, son una ocasión perfecta para adentrarnos en sus muros en visitas únicas

asier manrique

Sábado, 19 de julio 2014, 10:05

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Las continuas guerras que sufrían las localidades guipuzcoanas, por su cercanía a la frontera, propiciaron la construcción de numerosos complejos, destinados a la defensa militar. Hoy esas construcciones, olvidadas para cuestiones militares, son una ocasión perfecta para adentrarnos en sus muros. Un plan diferente para descubrir uno de esos rincones que un día nos defendieron. En Hondarribia se ofertan visitas guiadas al Fuerte de Guadalupe.

A 545 metros sobre el nivel del mar se erigió el Fuerte de Guadalupe. Terminado en 1900, tras 10 años de trabajos. Es el mayor de los tres fuertes que se construyeron, junto a San Marcos y Txoritokieta, de un total de ocho que se proyectaron. La idea inicial era que los fuertes sirvieran de trinchera en Oiartzun y cercanías para defender Donostia y el puerto de Pasaia. La necesidad de construcción de este lugar surgió una vez concluyó la III Guerra Carlista, con el objetivo de defender la frontera con Francia.

De los fuertes programados, el de Guadalupe, es el más cercano a la frontera gala, por lo que sería la primera en batallar a los posibles invasores. El fuerte está en un lugar privilegiado, pues ofrece una situación estratégica idónea para ser la primera defensa militar.

Se esperaba que pudiera acoger a 600 hombres y 60 piezas de artillería. La construcción está rodeada por un foso y dispone en su interior de numerosas galerías y túneles. La planificación de la construcción de este fuerte en Hondarribia fue motivada por la necesidad de potenciar más la defensa de la localidad fronteriza, que hasta ese momento dependía únicamente de las murallas del casco antiguo.

Hoy el fuerte queda casi oculto a los curiosos entre la vegetación que abunda en la zona. Desde el exterior podremos ver detalles concretos de la construcción, pero no podremos apreciar en todo su esplendor el fuerte que estaba destinado a ser la primera defensa, ante una posible invasión francesa.

Multitud de visitas posibles

El fuerte de Guadalupe ofrece 3 tipos de visitas a un coste muy atractivo. La visita regular nos permite ver, en 45 minutos, el fuerte, conocer su historia y adentrarnos en el fascinante entorno donde está levantado. Los sábados, domingos y lunes podemos disfrutar de estas visitas, pero sólo entre junio y septiembre. Una vez a la semana se oferta la posibilidad de visitarlo de una manera más extensa. Esta visita, denominada 'Los secretos del Fuerte', nos adentrará en el entorno en un amplio recorrido de 2 horas, para poder conocer más en profundidad el lugar. En las dos opciones se prohíbe llevar calzado de tacón o chancleta. El coste de la visita regular es de 3 euros, mientras que el de la visita de 2 horas asciende a 9 euros, los menores de 5 años no pagan. Todas las visitas se ofertan con guía en euskera y castellano, pero si quisiéramos poder disfrutar de la experiencia en francés o inglés podríamos hacerlo avisando previamente.

Además de conocer el fuerte, podremos ver un espectáculo de cetrería. Los domingos a las 12:30, expertos en la materia nos mostrarán las dotes de las aves en una exhibición que promete dejarte sin respiración.

El tren verde: conoce también Hondarribia

La fundación que gestiona el fuerte, Arma Plaza, nos ofrece una combinación única para disfrutar del entorno, además de tener la posibilidad de conocer la villa de Hondarribia. Cada sábado y lunes se habilita el llamado tren verde. Los visitantes salen de la rotonda de San Juan de Dios, junto al casco histórico de la localidad pesquera. Visitarán el barrio de La Marina, con sus características casas de pescadores, el casco histórico y ascenderán a Guadalupe, para allí disfrutar de hora y media de tiempo libre en un entorno natural. Los horarios del tren permiten al viajero adentrarse en el fuerte, puesto que los horarios de visitas y el tren se intercalan, haciendo que el interesado pueda combinarlos cómodamente.

Un entorno perfecto para pasar el día

El fuerte de Guadalupe, construido en la parte más al este del monte Jaizkibel, nos ofrece la posibilidad de disfrutar de unas vistas sin igual. Todo el que se acerque podrá presenciar un espacio que da la posibilidad de otear el horizonte mirando al norte, encontrándonos con la inmensidad del mar Cantábrico. Al este veremos Hondarribia, Irun y Hendaya, como también los diferentes pueblos que llenan la costa de Lapurdi, eso sí, si las condiciones meteorológicas no son adversas.

Si somos amantes de la montaña las vistas hacia el oeste y el sur harán nuestras delicias. Al oeste se nos presenta un Jaizkibel, que si lo recorremos, llegaríamos hasta Pasai Donibane, a través de una placentera caminata de unas horas, o en la comodidad de un automóvil por la carretera que recorre la montaña. Al sur veremos un gran valle, lleno de pequeñas viviendas y pueblecitos, además de grandes urbes como Irun o Errenteria. Pero si algo capta la mirada del visitante es la gran variedad de montañas que nuestro territorio tiene, donde sobresalen las Peñas de Aia.

Para quienes gustan de pasar el día en un entorno natural, con ambiente familiar y la tranquilidad del campo. El lugar, además de disponer de un amplio aparcamiento, está lleno de mesas y grandes espacios para tomar el sol y practicar deporte.

Una visita sin igual, que combina historia y naturaleza a la perfección, y que seguro nos descubrirá detalles que nunca antes hubiésemos podido imaginar.

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