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Tres artistas de la compañía Bivouac, ayer en un ensayo.
Acrobacias  de altura en el  Victoria Eugenia

Acrobacias de altura en el Victoria Eugenia

La compañía francesa Bivouac prepara en Donostia el espectáculo de nuevo circo 'A corps perdus opus 2', que estrenará el 4 de marzo

IMANOL TROYANO

Jueves, 23 de febrero 2017, 06:53

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Trepan, brincan y se mueven en las alturas como las especies de la profundidad de la selva amazónica entre las lianas. Éstos no son reptiles, ni primates, pero sus habilidades no tienen nada que envidiar a las de los animales. Son los integrantes de la compañía francesa Bivouac, que preparan estos días en el Teatro Victoria Eugenia su espectáculo de nuevo circo 'A corps perdus opus 2'. Un show en el que los artistas combinan técnicas circenses con movimientos de la danza, donde la iluminación y la música juegan un papel determinante a la hora de controlar el ritmo de la representación.

El escenario del Victoria Eugenia vivirá el primer fin de semana de marzo -el sábado 4 y el domingo 5- los primeros pases de una auténtica demostración de equilibrio. El lunes 6, además, los artistas ofrecerán una última representación en el teatro donostiarra dentro del programa de dFeria. Será precisamente el primer espectáculo que se podrá disfrutar del festival de artes escénicas.

Ayer, los componentes franceses de Bivouac hicieron un alto en sus ensayos para compartir con los medios de comunicación algunas escenas de espectaculares acrobacias en las alturas. Fueron unas pocas pinceladas, no definitivas, de lo que se podrá ver la semana que viene.

Búsqueda del equilibrio

Esta producción, como explicó el subdirector de dFeria, Iñaki Salaberria, se enmarca dentro del proyecto Mugalariak de Donostia 2016 y cuenta con la colaboración de la Scene National de Baiona. «Inicialmente, el espectáculo era de calle y ahora se ha adaptado a la sala», apuntó Salaberria. Y como admitió, «no ha sido fácil». Ha habido que instalar una gran estructura de nueve metros de altura en mitad del escenario, de la que surgen los mástiles chinos, unas barras de hierro móviles, que son los elementos por los que los artistas se mueven con una técnica y facilidad pasmosa.

La directora de la obra, Maryka Hassi, recordó que «este proyecto comenzó en 2015 en su versión de exterior, con un formato muy visual y coreográfico, ante mucho público, por lo que no había intimidad». «Ahora -aseguró- hemos dado un paso adelante, hemos desarrollado más los personajes y hemos intentado dar un equilibrio entre los textos trabajados y la improvisación». Ese es el argumento del espectáculo, «la búsqueda del equilibrio en nuestras vidas». Durante la función, que dura 50 minutos, «se intercalan escenas más enérgicas y rápidas con otras más lentas y poéticas, lo que provocan altibajos de sensibilidad», destacó Hassi.

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