El etarra Gadafi se enfrenta hoy a 115 años de cárcel por dos atentados

El etarra Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, se enfrenta hoy en la Audiencia Nacional a una petición de 115 años de cárcel por un atentado en 1990 en Bilbao contra una patrulla de la Policía, en el que hubo 7 heridos, y por el asesinato de un supuesto traficante de drogas, dos años antes en la misma ciudad.

El fiscal pide para Gadafi -quien ya ha sido juzgado cerca de una decena de ocasiones desde su extradición por Francia- 78 años de prisión por los delitos de atentado terrorista, asesinato frustrado, lesiones y estragos por la explosión ocurrida el 16 de septiembre de 1990 en Bilbao al paso de una patrulla policial.

En ese atentado, en el que siete personas resultaron heridas, dos de ellas los policías nacionales José Luis Guerrero y Manuel Cortizas, el etarra participó presuntamente en la confección del artefacto empleado, de diez kilos de explosivo, y se lo entregó a los que lo habrían de accionar (ya condenados).

El fiscal solicita además para Gadafi, nacido en San Sebastián en febrero de 1963, 37 años de prisión por los delitos de asesinato y estragos al participar presuntamente en la acción reivindicada por ETA contra Ramón Bañuelos, al que la banda acusaba de tráfico de drogas.

Según el escrito de la Fiscalía, Gadafi facilitó la información sobre las costumbres y horarios de Bañuelos a otros presuntos miembros del "comando Vizcaya" ya condenados -Fernando del Olmo Vega y José Luis Martín alias Koldo-, que fueron quienes colocaron una bomba en los bajos del vehículo de la víctima.

Bañuelos, que tenía entonces 30 años y tres hijos de corta edad, falleció el 7 de octubre de 1988 en Bilbao. Su esposa e hijos se habían subido a un vehículo estacionado junto al automóvil en el que iba Bañuelos, que murió en el acto al explotar la bomba cuando lo puso en marcha.