El accidente del helicóptero en Afganistán pudo deberse a una maniobra agresiva

El informe final sobre el accidente del helicóptero español que se estrelló en agosto pasado en Afganistán y que provocó la muerte de 17 militares descarta un ataque exterior o una avería en el aparato, y señala como posibles causas una maniobra agresiva a poca altura del suelo, el perfil de "vuelo de riesgo", y las condiciones meteorológicas y orográficas adversas.

Las conclusiones definitivas de la comisión de investigación, formada para esclarecer las causas del accidente, han sido presentadas hoy en rueda de prensa por el ministro de Defensa, José Bono, quien solicitó su comparecencia urgente en el Congreso de los Diputados para exponer los detalles de este informe. A preguntas de los periodistas, Bono ha eludido hablar expresamente de un fallo humano como causa del siniestro que costó la vida a 17 militares españoles en Herat (Afganistán) el pasado 16 de agosto, si bien ha precisado que no hubo en ningún caso una mala planificación previa del vuelo.

En sus conclusiones sobre "la causa o las causas probables" del siniestro, el informe indica que el helicóptero ET-657 "sufrió un accidente impactando contra el terreno por causas desconocidas, descartándose el ataque exterior, la explosión de armamento en el interior o el fallo de material en los sistemas prioritarios de la aeronave". "Los posibles factores contribuyentes más relevantes son: perfil de vuelo de riesgo con maniobra de adaptación al terreno, condiciones meteorológicas y orográficas adversas y posible maniobra agresiva a muy poca altura del suelo", detallan a continuación estas conclusiones.

Se rechaza un ataque exterior y también que tuviera una avería

El informe rechaza un posible ataque contra el aparato por las declaraciones de testigos, de habitantes del pueblo cercano y de los tripulantes del helicóptero ET-659, que seguía al accidentado, mientras que la hipótesis de la avería queda descartada al comprobarse que no fallaron los "sistemas fundamentales" de la aeronave y tampoco hubo "corrosión" o "fatiga" de materiales. A partir de ahí, el documento enumera un conjunto de "posibles factores contribuyentes a la causa que produjo el accidente", el primero de ellos la "ejecución de algún tipo de maniobra brusca, por tratar de adaptarse al terreno después de 'descrestar' -superar la cima de una colina- o por otras razones desconocidas que provocaran un fuerte régimen de descenso".

El segundo posible factor es el perfil "de riesgo" del vuelo, por ser "a baja altura", adaptado al terreno y a una "velocidad máxima", mientras que el tercero es "la orografía y meteorología locales, con vientos fuertes y racheados" y un sol muy intenso y próximo al cenit, lo que, unido a los tonos poco definidos de la orografía, producía el efecto de "difuminar los relieves". El informe señala además que el helicóptero llevaba "apagado el radar altímetro", lo que eliminaba la posibilidad de conocer "con precisión" la altura del vuelo, y cita "factores humanos" como "el estrés" producido por el "ambiente de amenaza", una "concentración momentánea de la atención en un factor externo distinto al pilotaje" o un "exceso de confianza" del piloto.

Por último, se deja abierta la puerta a "cualquier otro hecho fortuito que pudiera producir una sobreactuación en los mandos o pudiera afectar en el último momento a la atención del piloto", así como "cualquier otro hecho imprevisto y que no es posible investigar por la destrucción o incendio de la aeronave y el fallecimiento de todos sus ocupantes". Los autores del informe engloban en este factor genérico desde una "incapacidad momentánea del piloto" hasta cualquier otro hecho "que pudiese dificultar el control del helicóptero en ese momento crítico anterior al accidente".