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85 años de Aberri Eguna

85 años de Aberri Eguna

El futuro de Euskadi lo va a determinar la voluntad de acertar en la selección de los objetivos que van a configurar en el futuro sus próximas etapas

JOSEMARI ALEMÁN AMUNDARAINJOSÉ MANUEL BUJANDA ARIZMENDI

Domingo, 16 de abril 2017, 08:32

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Euzkotarren aberria Euzkadi da-Euzkadi es la patria de los vascos». 16 de abril de 2017 Aberri Eguna, 85 años nos contemplan de aquel primer Aberri Eguna. Ojalá en un futuro próximo seamos todos los vascos, nacionalistas o no, los que celebremos el evento con absolutamente normalidad y naturalidad tal como lo hacen por ejemplo los catalanes de todo tipo de ideologías, sentimientos y adscripciones nacionales. Muchos años han pasado desde entonces, mucho ha llovido hasta la fecha de hoy. Ha ocurrido de todo. Hoy de nuevo en el Aberri Eguna de 2017, el futuro político nos exige estar y actuar una vez más acorde con el tiempo real, pulsar la actualidad, interpretar y saber leer correctamente las voluntades, las ideas, adscripciones y sentimientos simbólicos, culturales, ideológicos y sociales existentes en la sociedad vasca. El futuro de Euskadi lo va a determinar la voluntad de acertar en la selección de los objetivos que van a configurar en el futuro sus próximas etapas, porque la historia del Pueblo Vasco no es tan sólo la historia de un 'yo' que se va explicitando en el tiempo, sino también la de un fenómeno evolutivo que recibe la mayor parte de su impulso, contenido y orientación de su interrelación con otros pueblos del mundo. Es decir, el Pueblo Vasco además de ser un pueblo en sí y desde sí, también está en el mundo condicionado por la evolución general. Estimo que lo importante de los pueblos, es lo que no han sido todavía, es decir lo que quieren ser y no tanto lo que fueron los que le precedieron. El futuro de un pueblo no está implícito en su pasado ni se deduce de él, como no está implícita ni se deduce una compleja obra de arte de sus primeras pinceladas. La patria, la nación vasca, Euskadi, en ningún caso puede ser un fetiche, ni una abstracción del proyecto comunitario.

Euskadi, nación y patria mía, no es ente abstracto, es colectivo de ciudadanos, hombres y mujeres. Somos vascas y vascos concretos con nombre y apellido, memoria histórica, símbolos, lengua y cultura, sentimiento de identidad e intereses económicos y que manejamos un patrimonio colectivo de formas mentales, imágenes, vivencias, prejuicios, mitos, arte, hábitos, estereotipos, defectos y virtudes. Nación y patria como instrumentos para servir a las personas que estructuran una comunidad, que ni ha existido siempre, ni es previsible el tiempo que interesará que siga existiendo. Pero que mientras, como plebiscito cotidiano, quiere seguir poder siendo según la voluntad ciudadanía que conforma la sociedad. Euskadi es patria de los vascos y es nación porque así es la voluntad de su ciudadanía, y porque manifiesta querer poder autogobernarse y autodirigir su proyecto comunitario. Por ello existe, ahí su ser. Se trata de conseguir una Euskadi, nación y patria vasca, con capacidad para la realización de un proyecto elaborado en beneficio de una sociedad vasca en la que merezca la pena vivir.

Somos un pueblo pequeño, pero una realidad en el tablero internacional que ha pervivido a culturas mucho más poderosas y a civilizaciones que han dejado su huella como legado permanente en la historia. Hemos sabido no perder el pulso y tras siglos continuamos siendo, continuamos con la conciencia de querer seguir siendo en el futuro. Ciertamente ha resultado sinuoso el camino que hemos labrado para convertirnos en realidad sociopolítica, compleja, plural, dinámica y cambiante hasta configurar la Euskadi de hoy.

Y a pesar de los bruscos cambios soportados, a pesar de las difíciles circunstancias a las que ha tenido que enfrentarnos hemos mostrado reiteradamente nuestra voluntad de permanencia, y de preservar en medio de las dificultades nuestras señas de identidad, nuestros referentes histórico-culturales, el euskera y nuestro sentimiento de pertenencia a una comunidad histórica por encima de delimitaciones político-administrativas. El nacionalismo vasco referenciado en el PNV surgió y nació como agrupación voluntaria de todos aquellos vascos que, más allá de la no aceptación del despojo político e institucional practicado en el siglo XIX en nombre de la nación española, afirmaron libremente el ser nacional del Pueblo Vasco y se unieron para la consecución de los derechos políticos inherentes a tal condición.

Un emocionado, muy justo y obligado recuerdo a nuestros mayores que épocas especialmente complicadas y vitalmente difíciles apostaron inequívocamente por la libertad, la democracia y el autogobierno de Euskadi. Un recuerdo justo, obligado y muy emocionado, sí, a aquellos gudaris y milicianos que dejaron su joven vida en la lucha contra el fascismo golpista en defensa de la legalidad republicana. Y a los que posteriormente resistiendo a la dictadura nos legaron el testigo del autogobierno y de un futuro vasco en libertad, compartido y mejor.

Este Aberri Eguna 2017, como los anteriores y futuros, nos compromete a seguir en la brecha de la construcción nacional y social de la nación vasca, y ello con el recuerdo y la alargada sombra de José Antonio Agirre primer Lehendakari de Euskadi y la de sus consejeros nacionalistas, socialistas, comunistas y republicanos. Levanto mi copa pues junto a todos los vascos y vascas repartidos a lo largo y ancho del mundo que, legítima e íntimamente, creen, sueñan, quieren y sienten que Euskadi es su patria. Patria amable, moderna, solidaria y abierta. Patria inclusiva e integradora. Gora Euskadi askatuta!

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