«Zorionak Ander! Qué grande eres...»

El recibimiento se tradujo en momentos de euforia. Al descorche de botellas de champán, le siguieron infinidad de abrazos, un aurresku de honor al que se sumaron los niños de Lamiak y varios regalos. El primero llegó de manos de José Ignacio Murua, quien hizo entrega a Sistiaga de un simbólico kaiku en nombre del pueblo en el que lleva una docena de años viviendo. Murua preparó también unos bertsos para entonar entre todos.

Los sanpedrotarras dedicaron, igualmente, una copla compuesta especialmente para Sistiaga, que celebraba su cumpleaños, y Mostaza: «Santa Ageda bezpera degu/Euskal Herriko eguna/Eta zuen garaikurrarekin/guk ospatuko deguna!/Ongi etorri Montse ta Ander/Eta Goyako lagunak/Opari ona ekarri diguzue/Asko harrotu gaituna./Lan haundiaren erakusle da,/ordu askoren helmuga,/zuen izena ozen esanez,/munduan entzungo dena./Herria emozioz bete da,/baño ez da izan lehena,/herri txiki txikia izanik/jada bi Goya dituna!!».

Aún había tiempo para agasajar a uno de los triunfadores de la gala de los Goya con más regalos: una txapela que le entregó personalmente el dantzari invitado y una camiseta de la Real Sociedad. «Ya me han echado bronca por no ponérmela debajo de la chaqueta del smoking», bromeaba Ander Sistiaga, mientras se apresuraba a vestirla para posar con ella y su premio para DV rodeado de su cuadrilla, artífice del recibimiento, y multitud de vecinos de San Pedro que quisieron ser cómplices de la sorpresa.

Entre ellos se encontraban los cineastas Telmo Esnal y Asier Altuna, con sus respectivas familias, vecinos del mismo edificio que Sistiaga. Al encuentro se sumó Julen Maiz, de Neu Donostia, el comercio que le vistió de tiros largos la noche del sábado. La velada del domingo acabó entre brindis en el Botero.