La empresa errenteriarra Domotek produce biomodelos de huesos en 3D

La empresa Domotek, instalada en el antiguo colegio Santo Ángel de la Guarda y que es la primera surgida de la colaboración del Instituto de Formación Profesional Don Bosco, con otras instituciones para crear un vivero de empresas, está colaborando con un cirujano del Hospital Donostia, para fabricarle biomodelos de huesos con impresoras 3D, que le permitan preparar con todo lujo de detalles sus intervenciones quirúrgicas.

Desde Don Bosco han destacado que es una nueva aplicación de las impresoras 3D que les parece «un avance importantísimo para la sociedad y en la que los cirujanos del Hospital de Donostia son pioneros y llevan tiempo trabajando. Sería interesante que el resto de cirujanos del Estado puedan conocer los beneficios de estas prácticas en su trabajo».

Según han indicado, en síntesis con la citada aplicación «se trata de escanear los huesos del paciente, hacer una réplica exacta en plástico con las impresoras 3D y realizar cuantos ensayos previos sean necesarios para buscar la mejor solución al problema. De esta manera el día de la operación, el cirujano sabe exactamente qué se va a encontrar y qué es lo que tiene que hacer para obtener el mejor resultado. Así se reduce muchísimo el tiempo de la operación, se disminuye el riesgo que corre el paciente, y se multiplican por mucho las probabilidades de éxito de la operación».

Presentación

El próximo miércoles día 6 de abril en la empresa Domotek, en el barrio de Zamalbide de Errenteria, el cirujano maxilofacial del Hospital de Donostia, Pedro Martinez Seijas, realizará la simulación de la operación que realizó hace unas semanas a Mikel un joven donostiarra. El cirujano ha señalado que los biomodelos surtidos por Domotek son «copias fidedignas de partes anatómicas del paciente que ayudan al diagnóstico, la planificación y el control de calidad después de la cirugía».

Se utilizan en la cirugía oral y maxilofacial en el tratamiento de procesos complejos: deformidades dentofaciales o cáncer oral y maxilofacial. Para su uso el médico-cirujano maxilofacial cohesiona un equipo multidisciplinar.

Este equipo multidisciplinar está integrado por un radiólogo para la toma de las imágenes, un ingeniero de diseño (AJL) para la creación del biomodelo, su fabricante (Domotek), un proveedor de fijaciones óseas (Maffinter) y un transmisor del conocimiento (Don Bosco).

En el tratamiento de las deformidades dentofaciales el médico-cirujano y el ortodoncista «planifican el tratamiento, el cirujano simula una o varias opciones de tratamiento y lleva a cabo aquella más adecuada. Este proceso se denomina cirugía guiada por biomodelos».

Pedro Martínez ha indicado también que «como médico y cirujano llevo usando los biomodelos desde el año 2003, primero con una gran utilidad para el diagnóstico, pero el salto cualitativo ha llegado en la planificación y en la simulación quirúrgica, que aporta una mayor seguridad quirúrgica como un control de calidad. Con más de 300 biomodelos en cirugías orales y maxilofaciales complejas, puedo decir que hoy en día no puedo prescindir de ellos, como nadie prescindiría del cinturón de seguridad o del air bag; es más, seguimos buscando implementar procesos aún más seguros y eficientes».