A la universidad con catorce años

Se trata de una forma más de acercar a los jóvenes a la universidad a través de actividades como las jornadas de puertas abiertas o la participación en eventos como Gela, la feria educativa organizada por DV en Tabakalera. Es en esos ámbitos donde los responsables de la UPV/EHU, a través del contacto con los futuros universitarios, se han percatado que muchos se encuentran despistados y no saben muy bien qué rumbo tomar o en qué consiste realmente el grado que quieren estudiar. Además, los profesores de los institutos también les han trasladado que hay que empezar a orientar a los chavales antes de Bachiller.

En este primer campus de verano, que nace como prueba piloto con intención de celebrarse en los próximos cursos y que no hay un ejemplo similar en el País Vasco, la oferta se limita a tres centros: Arquitectura, Informática e Ingeniería, donde podrán comprobar, y contrastar en primer persona como se desenvuelven en esos mundos. Fernando Tapia, director de Desarrollo de Campus y Relaciones Externas del vicerrectorado de Gipuzkoa de la UPV, explica que se trata de acercar la oferta a las necesidades de la sociedad guipuzcoana». Por esta razón, en la puesta en marcha del proyecto también ha participado la Cámara de Gipuzkoa. En los siguientes cursos se abrirá a otros grados que no sean tecnológicos.

A la hora de preparar el programa de este campus, que se celebrará entre el 2 y el 13 de julio, se ha incidido especialmente en el aspecto lúdico porque «hay que tener en cuenta que los chavales han terminado el colegio y lo que menos quieren es que les metamos rollos teóricos. Todas las actividades, que son muy variadas, tienen un carácter muy práctico, con mucho laboratorio» y especifica que «no está pensado solo en aquellos que sacan buenas notas o les gusta mucho una de las áreas que se ofertan. Está abierto a todos los alumnos porque de lo que se trata es que conozcan de cerca la universidad. El objetivo es que se diviertan aprendiendo a dar soluciones a problemas reales, no cansarles con clases magistrales».

Aquellos que opten por Arquitectura, que tiene una duración de tres semanas y se impartirá en tres idiomas -euskera, castellano e inglés-, desarrollarán actividades que permitirán conocer mejor las estructuras, los materiales, los espacios mediante el desarrollo de maquetas y dibujo, y desarrollarán un programa arquitectónico a pequeña escala.

En el campus de Informática tratarán diversos ámbitos como la arquitectura básica de computadores, gráficos por computador, las redes e internet, la ciberseguridad y la inteligencia artificial. En este caso serán dos cursos, cada uno de una semana, en castellano y euskera

Por último, en la Escuela de Ingeniería van a trabajar en ejemplos prácticos. Crearán bioplásticos utilizando diferentes residuos y se introducirán en las aplicaciones basadas en sistemas de información geográfica -los GIS que están en los móviles- para aprender a utilizar recursos cartográficos para su uso personal, así encontrarán la localización más conveniente para un parque eólico o un parque solar. También realizarán actividades prácticas relacionadas con la generación de electricidad utilizando energías renovables y su aplicación a la movilidad eléctrica, es decir, van a trabajar desarrollando motores eléctricos. En el laboratorio montarán un sistema de generación solar fotovoltaica. Además, jugarán con el agua haciendo experimentos para generar energía. En el caso de Ingeniería también son dos cursos de una semana y está la alternativa de realizar acudir dos semanas para un curso combinado de Informática e Ingeniería. En todos los casos, el horario es de 9.30 a 14.30 horas, con comida incluida.

En el diseño de los programas de las tres escuelas han participado alumnos que actualmente están estudiando esas carreras porque «están mas cerca de los futuros universitarios que los profesores».

Estos campus no buscan solamente crear vocaciones, sino que tienen otros objetivos que marcarán el futuro de las profesiones. Por ejemplo se quiere paliar el desequilibrio de género que hay en las ingenierías, donde la mayoría son hombres. Tapia explica que «con el conocimiento temprano de esas carreras podemos paliar esa brecha».

También se quiere cuidar el talento y fomentar las denominadas STEM -acrónimo en inglés de science, technology, engineering y mathematics que sirve para designar las disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas- porque «mejorando la orientación desde jóvenes descenderá la tasa de abandono durante la carrera. Muchos chavales llegan al primer curso sin saber muy bien qué contenidos van a estudiar».

De todo ello se encargarán profesores titulares de las facultades y otros que aportados por la Cámara de Gipuzkoa y en el caso de Arquitectura, integrantes del laboratorio Mau Haus de Tabakalera.