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Piden 5 años y 10 meses para un acusado de abusar de su hija menor de edad en San Sebastián

Piden 5 años y 10 meses para un acusado de abusar de su hija menor de edad en San Sebastián

La primera sesión del juicio se ha celebrado en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa

Javier Peñalba

San Sebastián

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Lunes, 5 de febrero 2018, 19:56

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La Fiscalía de Gipuzkoa solicita cinco años y diez meses de prisión para un hombre sobre el que recae una imputación de abuso sexual continuado cometido presuntamente sobre una hija suya menor de edad. Los hechos denunciados habrían tenido lugar durante el régimen de visitas que disfrutaba el progenitor tras la separación matrimonial. En los hechos está también personada la madre de la niña, que demanda la misma pena que el ministerio público. La defensa, por su padre, solicita la absolución.

Los hechos que han comenzado a ser juzgados este lunes en la Sección Primera de la Audiencia guipuzcoana tienen su origen en una denuncia cursada por la madre de la niña, meses después de que los esposos se divorciaran. La víctima habría relatado primero a su abuela y más tarde a su progenitora que no deseaba estar con su padre porque le obligaba a ir a la siesta y le hacía «mucho daño» en su zona genital.

En la vista, cuya primera jornada se ha celebrado este lunes, el acusado ha negado rotundamente los hechos. «Jamás he tocado a mi hija. Eso es un barbaridad», ha explicado el acusado. El procesado ha manifestado que no halla explicación al hecho de que su hija dijera hasta en ocho ocasiones en el transcurso de la exploración a la que fue sometida que le hacía daño cuando le tocaba en sus parte íntimas. «Todos los días al levantarme pienso por qué dijo lo que dijo. Nunca ha sido verdad. No he hecho nada de lo que se me ha acusado. De eso pueden estar tranquilos», ha manifestado.

Los hechos tienen su origen en una denuncia cursada por la madre de la niña, meses después de que los esposos se divorciaran

El padre ha indicado que, «en alguna ocasión» llegó a arrascar la espalda de la niña y le tocó en las nalgas, «jugando como si fuera un tambor; como lo habrán hecho otro muchos padres con sus hijos».

El acusado ha explicado que no disponía de dato alguno que le permitieran sospechar que «alguien» pudiera haber «instrumentalizado» a su mi hija para que formulara dicha acusación. Ha recordado en este sentido que el tanto en el proceso de separación como en la fase de visitas, la relación con su exmujer se había desarrollado con normalidad y ha admitido incluso que su deseo en aquellos meses posteriores a la ruptura era recuperar a su exesposa, dado que estaba enamorado de ella.

En la sesión de este lunes se ha reproducido el contenido de las declaraciones que efectuaron la víctima de los presuntos abusos y otra hermana, también menor.

«No podía ser»

Tras la práctica de esta prueba ha testificado la madre de la menor y exesposa del acusado. Esta ha reiterado el contenido de la declaración del padre respecto a que la separación fue amistosa y ha añadido que incluso en el reparto de los bienes, su exmarido le concedió «más de lo que me correspondía».

El acusado ha negado en la vista las imputaciones y ha calificado la acusación de «barbaridad»

Asimismo, ha señalado que la relación entre los excónyuge en los meses posteriores al divorcio fue cordial. No obstante, ha precisado que la niña ya llevaba algún tiempo resistiéndose a ir los fines de semana con su padre. La progenitora ha explicado que le «hice duro a la niña para que fuese con él». Ha remarcado en este sentido que en ocasiones ella la compraba un regalo para que aceptara ir con su, padre. «Me parecía superduro que la niña no quisiera irse con él », ha declarado la madre.

La testigo ha explicado que los presuntos abusos salieron a la luz un día de septiembre de 2105 en el que la abuela preparaba a la niña para una nueva visita. «Me llamó mi madre diciendo que fuera rápido a casa. Que la niña decía que no quería ir con su padre, entre otras razones porque éste le hacía daño en sus partes íntimas».

La madre ha explicado que «fui a casa con la idea de que lo que estaba contando no podía ser. A llegar, me encerré con las dos niñas en una habitación y después de escuchar lo que me decía y cómo lo expresaba, supe que era cierto. Pregunté a mi otra hija si también le hacía lo mismo. Me respondió que no, que solo se lo hacía a su hermana».

La madre ha indicado que en días posteriores llevó a las niñas a la consulta de una psicóloga que, según ha manifestado, dio total credibilidad a las manifestaciones de la menor.

El juicio seguirá este martes con la declaración de más testigos y peritos y concluirá mañana.

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