Goia insiste en crear una tasa turística en Donostia para compensar los gastos

Goia insistió en esta medida respaldada de forma unánime por todos los grupos municipales, durante la presentación ayer en las Juntas Generales de las líneas maestras del plan director de turismo de San Sebastián. El regidor justificó ante los grupos de la comisión la conveniencia de implantar dicha tasa, probablemente como en otras ciudades a través de las facturas en los alojamientos, para obtener directamente unos ingresos que ahora se reparten por todo el territorio mayoritariamente a través del IVA. Y explicó que para avanzar en la creación del nuevo impuesto que debe ser aprobado en el Parlamento Vasco, sigue manteniendo contactos con el Departamento de Turismo, en principio favorable al plan.

La tasa es una de las medidas que el Consistorio donostiarra plantea para regular y equilibrar la actividad turística en la ciudad. Pero también desde la Diputación foral se analiza esta opción -se ha apuntado incluso a un precio de 2 euros por noche- como posible herramienta en sintonía con los municipios para repartir los flujos por todo el territorio. Goia solo se refirió a la tasa turística donostiarra, aunque abogó por acompasar el modelo turístico con el resto del territorio. Y en ese contexto, confirmó que el próximo año comenzarán las obras para unificar las dos oficinas de turismo, la de San Sebastián y la de Gipuzkoa que ahora están pared con pared en el Boulevard, y abrir las nuevas dependencias en el lateral del Ayuntamiento que mira al Boulevard.

Goia asumió que Donostia seguirá recibiendo a turistas de todo tipo y condición, y que lo hará -según la tendencia mundial- cada año en mayor cantidad, pero defendió la necesidad de, políticamente, focalizar la «búsqueda» de un turismo que quiera llevarse de San Sebastián «una experiencia diferenciada» basada en la cultura, la tradición o la gastronomía, además de las obligatorias fotos de los lugares más concurridos. Y evitar, en lo posible, un modelo de turismo «masivo de cruceros, o de sol y borrachera». Esto último algo más complicado -ironizó- por «nuestra climatología».

El primer edil insistió en la necesidad de profundizar en un modelo de turismo «sostenible y desestacionalizado», que preserve el peso del 13% que el sector turístico tiene en el PIB de la ciudad y garantice la generación de empleo, unos 15.000, y cada vez por cierto con más «necesidad de cualificación». «El plan pone el acento no en el crecimiento del número de visitantes, sino en la calidad del servicio y del destino», recalcó Goia, que defendió todas las decisiones urbanísticas adoptadas para procurar que esas cifras no se desboquen e interfieran en la «calidad de vida» de los residentes en la ciudad.

El regidor aludió a la ordenanza de pisos turísticos que está en pleno proceso de aplicación para contener su expansión, e indicó que «estamos trabajando con Hacienda» para establecer también medidas fiscales con las que «sería más fácil» controlar dicha actividad.

Además, aludió a las recientes modificaciones de las ordenanzas correspondientes para declarar la Parte Vieja zona saturada de actividades hosteleras, o del Plan General para impedir que grandes inversores se hagan con edificios enteros de viviendas para convertirlos en hoteles. En ese sentido, consideró ajustadas las licencias concedidas para nuevas aperturas de establecimientos, «la mayoría con pocas camas». Y defendió que hace unos años la ciudad se lamentaba de la falta de plazas para recibir, por ejemplo, congresos de gran tamaño, y destacó que «muchos de esos hoteles, como los de la plaza Lasala, San Bartolomé o San Martín se han hecho en edificios sin uso o abandonados».

Durante la comparecencia, Goia aludió también a la polémica sobre el reparto de congresos entre los tres territorios vascos, y se felicitó por que el Parlamento Vasco respaldara hace unas semanas la habilitación de «un mecanismo de control» para «monitorizar» el número de eventos. «Hay que distinguir entre reuniones y congresos», matizó Goia, y entender que Vitoria o Bilbao acogen más sedes institucionales que San Sebastián, añadió. «Pero esta herramienta permitirá conocer» con exactitud la realidad y «corregir las disfunciones» actuales, aseveró.

Entre lo acuciante a abordar, Goia apuntó a los problemas de movilidad. Ante el arranque de la temporada alta, reconoció que están estudiando y tomarán «decisiones potentes» para dar solución a los problemas que genera el tráfico y a la ineficacia de «los parking disuasorios» habilitados en años anteriores. «Tenemos que estudiar combinaciones a nivel territorial como la del parking de Ficoba y el Topo hasta Donostia, que tiene mucho éxito».