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J. PEÑALBA
Lunes, 26 de junio 2017, 06:47
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Los miembros del jurado que deben emitir el veredicto en el caso de la muerte de Julen Serrano quedarán hoy incomunicados y así permanecerán en tanto no alcancen un acuerdo sobre el grado de culpabilidad del padre, a quien la Fiscalía de Gipuzkoa y la acusación particular que ejerce la madre del niño imputan un delito de asesinato.
La sesión prevista para hoy se iniciará con la entrega del cuestionario que el magistrado presidente ha elaborado al fiscal Jorge Bermúdez, y a los abogados Iñigo Iruin y Miguel Castells, este último defensor del acusado.
el juicio, al día
Las partes dispondrán de un tiempo para examinarlo y podrán incluso proponer algunas modificaciones respecto a la redacción del mismo. Se espera que, una vez concluida esta fase, sobre el mediodía, el juez haga entrega del cuestionario al jurado. Durante la sesión, asimismo, dará las instrucciones a los miembros del tribunal popular sobre la manera en la que han de actuar. Seguidamente, serán aislados.
De acuerdo con la ley, el jurado estará inicialmente presidido por el primero de los miembros que salió en el sorteo, aunque deberá elegir a un portavoz. Éste será el encargado de dar lectura al veredicto, una vez hayan alcanzado el acuerdo.
Los jurados deberán analizar las diferentes hipótesis que fiscal, acusación particular y defensa han mantenido a lo largo de las tres semanas que ha durado este juicio.
Las probabilidades son tres. La defensa del acusado no descarta que Julen decidiera quitarse la vida. Fundamenta esta afirmación en la crisis matrimonial que vivían sus padres. Las acusaciones niegan este extremo y afirman que «era un niño feliz». El abogado del padre también sostiene que Julen se pudo clavar el cuchillo de manera accidental cuando, encontrándose subido sobre una banqueta o en el suelo de la habitación, trataba de abrir una hucha con un cuchillo. Tampoco descarta que el menor estuviese manipulando cualquier otro objeto con el cuchillo.
Por el contrario, el fiscal y la acusación particular aseguran que Luis Serrano asestó a su hijo una cuchillada en el pecho que le produjo la muerte. Mantienen que el padre actuó guiado por un ánimo de venganza ante los deseos de la madre de poner fin a la relación conyugal.
Luis Serrano se enfrenta a una petición de condena de entre 18 y 20 años de prisión.
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