Irun y Adif dan el paso para definir el plan para reurbanizar el espacio ferroviario en desuso

Dos meses después de que el ministro de Fomento visitara Donostia para inaugurar las obras del tercer hilo hasta Irun y avanzara su interés por reactivar un proyecto olvidado en el cajón durante seis años, José Antonio Santano, el regidor de la ciudad fronteriza, aguardaba el momento de comenzar realmente una negociación que, según reconoció hace unas semanas, cree que no tendrá marcha atrás. Adif es propietaria de los terrenos y de la mayoría de los edificios que al Ayuntamiento le gustaría recuperar para la ciudad. Y la visita de mañana empezará a poner negro sobre blanco los planes que el Gobierno central tiene para ellos.

La primera fase de ese proyecto se centra en los 58.000 metros cuadrados que ocupan el espacio de la antigua Aduana, con vías en desuso y pabellones abandonados desde hace años. El alcalde confía en alcanzar un acuerdo para la permuta de dichos suelos ferroviarios con el fin de convertir ese terreno en futuros «usos mixtos», desde actividades económicas a viviendas, para disfrute de los vecinos.

La visita al terreno de Bravo y de los técnicos de Adif viene precedida por contactos tanto con los técnicos de Urbanismo del consistorio de Irun y con los técnicos de Transportes del Ejecutivo vasco para ir contrastando informaciones sobre los diferentes proyectos donde las diferentes administraciones tienen arte y parte.

El encuentro de mañana tendrá una primera parte más técnica en el Consistorio, donde las tres partes pondrán sobre la mesa sus proyectos y contrastarán sus intereses, y después una visita, abierta a los medios, por la zona de la Aduana de la playa de vías de Irun y por la estación de Renfe, tanto la de cercanías como la de larga distancia, a la que ya llega algún tren de alta velocidad procedente de Francia.