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Una monitora, en un piso de acogida de menores dependiente de la Diputación de Gipuzkoa.
Medio centenar de familias se suman a la red de acogida de menores en Gipuzkoa

Medio centenar de familias se suman a la red de acogida de menores en Gipuzkoa

Diez niños bajo tutela de la Diputación foral han empezado a vivir en estos nuevos hogares

AMAIA CHICO

Miércoles, 15 de marzo 2017, 16:51

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Una decena de niños ha comenzado a sentir los 'Abrazos de carne y hueso' de sus nuevas familias de acogida en Gipuzkoa. La campaña puesta en marcha por la Diputación el pasado mes de octubre para buscar hogares a los menores que se encuentran bajo su tutela está dando sus frutos. Medio centenar de familias se han sumado a esta red de protección a los más vulnerables y se encuentran en el proceso informativo y de evaluación previo para hacerse cargo de forma temporal de alguno de los 60 menores que el pasado diciembre se encontraban a la espera de ser acogidos. Hasta el momento, solo una decena de esos padres 'auxiliares' ha recibido ya en su casa a alguno de los 668 niños, niñas y adolescentes que a 31 de diciembre se encontraban bajo tutela de la Diputación y que de momento viven en centros tutelados en el territorio.

La cifra exacta de los menores que son objeto del programa de acogimiento foral está en continuo movimiento. Pero la última foto fija tomada por el departamento que encabeza Maite Peña el pasado 1 de marzo revela que 39 menores se encuentran a la espera de ser acogidos en una de esas nuevas familias voluntarias, que siguen haciendo falta en Gipuzkoa. En una respuesta parlamentaria a EH Bildu en las Juntas Generales, la Diputación explicó que en este momento, 59 menores bajo tutela de la institución foral podrían ingresar en el programa de acogimiento familiar, 39 con familias ajenas -es decir, sin vínculos parentales- y otros 20 con «familias extensas» o de allegados. Además, otros 28 menores se encuentran a la espera de una acogida especializada, con atención intensiva y más profesionalizada que la que puede ofrecer una familia media. Esta modalidad de acogida, destinada a menores con necesidades específicas, se encuentra en este momento paralizada, según confirman fuentes de la Diputación, porque se está «redefiniendo» el perfil de las familias y el ajuste de su servicio con la legalidad vigente.

El llamamiento realizado en los últimos meses para sumar hogares a la extensa red de acogimiento que existe en Gipuzkoa, con más de 350 menores residiendo ya en familias, ha vuelto a tener eco y a sumar a medio centenar de hogares más. Pero nunca es suficiente, advierte la institución foral. El baile de cifras de familias de acogida siempre está en movimiento y, por eso, en su respuesta parlamentaria el departamento apunta a la necesidad de que otras 26-39 familias se adhieran a la red, bien para atender casos de urgencia o para acogidas a medio y largo plazo. Ese número, explican en el servicio foral, se mantiene siempre en el tiempo ya que aunque hoy se cubran las necesidades, «en el futuro» habrá que dar servicio a otras entradas. Y la horquilla se debe a la posibilidad de que los menores estén solos o vayan en grupos de hermanos, a los que se procura no separar.

Grupos de hermanos

En este momento, según esa última foto fija retratada por la Diputación foral, el número de menores que se encuentran a la espera de dejar el piso tutelado y entrar a vivir con una familia voluntaria es de 39, 20 chicos y 19 chicas. Y de ellos, hay cinco grupos de dos hermanos, y cuatro de tres. Esa circunstancia, explican en la institución, genera en ocasiones más dificultades a la hora de encontrar una familia con capacidad para atenderles a todos, pero la mayoría no tiene que aguardar ni un año desde que se activa su caso. De esos 39 menores que esperan recibir de forma inminente esos 'abrazos de carne y hueso' en sus nuevos hogares, siete son menores de tres años, otros siete tienen entre 4 y 7 años. Veinte han soplado entre 7 y 12 velas. Y cinco son adolescentes de entre 13 y 18 años.

Según la información oficial, otros 20 menores están también esperando para ser acogidos en este caso por familias con las que les une algún grado de parentesco. Once de ellos son chicos y nueve, chicas. Y, a tenor de esas estadísticas, siete están solos, diez viven con un hermano o hermana, y otros tres menores forman un grupo de hermanos que, como en el piso de acogida, permanecerán juntos. Los datos ofrecidos por la Diputación indican también que diez de esos menores tienen menos de seis años, cuatro se sitúan entre los 7 y los 12 años, y otros seis son adolescentes de entre 13 y 18 años. Para todos, el tiempo de espera para dejar los pisos tutelados, es de menos de un año, una vez la Diputación complete la valoración que realiza sobre su próximo hogar.

En el caso de los menores con necesidades especiales de atención, los 28 que se encuentran a la espera de una familia que reúna unos requisitos y capacidades profesionales concretas su tiempo de espera puede oscilar entre el año y los dos años. Y como ocurre con el resto de familias, también la necesidad de hogares para menores que precisan una dedicación intensiva se mantiene estable entre los 24 y los 28. Más allá de que todos estos progenitores auxiliares reciban información, apoyo técnico, asesoramiento y estén bajo seguimiento periódico por parte de la Diputación foral, para determinar si los menores se adaptan a su nueva situación y si cumplen con las necesidades concretas que presenta cada uno de los niños bajo tutela foral.

Subvenciones

Los guipuzcoanos que deciden formar parte de este programa reciben una compensación económica para ayudar a cubrir los gastos del menor o los menores acogidos. Según el decreto foral 35/1999 que regula la concesión de ayudas económicas, las subvenciones se dividen en tres conceptos y cuantías.

El grueso de las unidades familiares que forman parte de esta red de protección a la infancia reciben 600 euros al mes por cada menor que tengan a su cuidado. Cuando los pequeños tienen alguna discapacidad, la cuantía asciende a 718,6 euros al mes. Y si el acogimiento exige una dedicación intensiva o una atención especializada por parte de los progenitores, la ayuda llega hasta los 1.238,6 euros al mes, según los datos ofrecidos por el departamento que encabeza Maite Peña.

Este programa de acogida en familias mantiene una curva de evolución estable en los últimos dos años, período en el que casi la mitad de los menores bajo tutela de la Diputación residen en hogares. Según datos a 31 de diciembre de 2016, 668 niños, niñas o adolescentes se encontraban tutelados por la institución foral en Gipuzkoa, y de ellos 350 residían en las 296 familias de acogida que había en el momento de sacar esta cambiante fotografía.

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