La ola de frío amenaza con 10º bajo cero

En siete días ha llovido más que en los últimos cuatro meses de 2016. Desde que el martes de la semana empezaran a caer las primeras gotas de este mes de enero, no ha parado. En la presa del Añarbe se llevaban recogidos hasta ayer 317 litros, cuando de septiembre a diciembre habían caído 297.

Entre el fin de semana y la jornada de ayer se han totalizado nada menos que 134 litros, de los que 83 se recogieron solo el domingo. Esta situación provocó que el nivel de las aguas del río Urumea aumentara de manera importante, tanto que en algunos tramos terminó por desbordarse, si bien no causó graves daños.

El agua se salió de su cauce a la altura de los campos de rugby de Landare, en Hernani. «Sobre las siete de la mañana, coincidiendo con las horas de la pleamar, el agua ha empezado a entrar en los campos y dos horas más tarde, el césped estaba totalmente anegado», recordó Juanan, secretario del club. «Es la misma historia de siempre. Todos los años tenemos una de estas como mínimo», se lamentó.

El río también llegó a los campos de fútbol de Zubipe, aunque no alcanzó las instalaciones de los vestuarios.

El río inundó de igual manera diferentes zonas de huertas en Hernani así como en Martutene, donde el nivel ascendió hasta situarse en el amarillo. En Okendotegi, uno de los puntos críticos de la cuenca, el agua cubrió la carretera pero no se adentró en las viviendas y, por lo tanto, no causó daños.

Tampoco hubo complicaciones en Ergobia, si bien alumnos y profesores de la escuela de soldadura que se sitúa a orillas del río y que, crecida tras crecida termina inundada, permanecían expectantes. «De momento apenas ha entrado, pero seguimos vigilantes», señaló un responsable.

En la cuenca del Urumea, que llegó al nivel naranja, la presa de Añarbe jugó un papel determinante. Durante este episodio de lluvia, todos los desagües han permanecido cerrados, de manera que ha evitado que ocho millones de metros cúbicos terminaran también fluyendo al Urumea. Ello habría generado, sin ningún género de dudas, daños mucho más importantes.

La presa se encuentra actualmente al 88,9% de su capacidad cuando hace una semana estaba al 67%. No obstante, todavía puede almacenar otros 5,4 millones. Este registro puede incrementarse todavía en otros 3 millones si se cerraran las compuertas de los aliviaderos.

La crecida del río obligó a los bomberos de Donostia a permanecer en alerta. Desde la cinco de la mañana, unidades de este cuerpo se hallaban apostadas en diferentes puntos del tramo bajo del Urumea. Los especialistas, sin embargo, no se vieron obligados intervenir, a excepción de en el rescate de un perro que estaba en peligro en una zona de huertas cercana a Ergobia.

Nivel naranja en Oria y Urola

Los ríos Oria y Urola, también alcanzaron el nivel naranja y se produjeron algunos desbordamientos, como el que anegó unos garajes en el polígono industrial Usabal. El Araxes, asimismo, descendió con mucha fuerza, si bien lo hizo dentro de sus límites.

En Andoain, el Oria volvió a salirse por la zona de Zumea. Todo un clásico.

En la cuenca del Urola, el río experimentó asimismo una notable crecida, aunque tampoco se produjeron inundaciones, como no las hubo en la del Deba.

En el Baztan-Bidasoa se activó el nivel de prealerta en las tres estaciones disponibles: Baztan en Erra-tzu, Baztan en Oharriz y Ezkurra en Elgorriaga.

Sin embargo, a las 8.00 horas se alcanzó el máximo en la estación de Erratzu, aunque con el paso de las horas la menor precipitación hizo que se estabilizara y comenzó a descender, por lo que no hubo afecciones significativas en Elizondo ni en poblaciones aguas abajo.

Las intensas lluvias estuvieron en el origen de distintos desprendimiento. Uno de los más significativos tuvo lugar a las cinco de la mañana, en la carretera N-634, entre Zarautz y Getaria. El corrimiento obligó a cerrar un carril por el que se dio paso alternativo a los vehículos. La situación no se normalizó hasta la una y media de la tarde, a la finalización de los trabajos llevados a cabo por las brigadas de Obra Públicas. Por la tarde se produjo otro desprendimiento en la misma carretera, esta vez en el tramo entre Zumaia y Getaria.

También se produjeron deslizamientos en la carretera N-121-B en Baztan y Bera. Los bomberos de Navarra tuvieron asimismo que rescatar a un vehículo que había quedado alcanzado por el desbordamiento del río Araxes.

Y ahora mucho frío

El episodio de intensas lluvias toca a su fin. Ahora viene el frío. En las próximas horas el mercurio se desplomará como consecuencia de la unión del anticiclón continental europeo y el siberiano. El espectacular descenso empezará hoy de manera paulatina. «Comenzaremos con máximas de unos nueve grados que se medirán de madrugada y terminaremos la jornada con 1 grado bajo cero», afirma Margarita Martín delegada de Aemet en Euskadi».

Esta situación puede provocar nevadas incluso a nivel del mar, sobre todo en la costa vizcaína, debido al recorrido marítimo. Las jornadas más frías serán las de mañana y pasado. «La temperatura máxima del miércoles es posible que sea de un grado bajo cero y las mínimas puede caer hasta -10º en puntos del interior de Gipuzkoa. Y en la costa se puede medir 5º bajo cero», afirma la meteoróloga.

El jueves la situación será muy parecida a la del día anterior, con mínimas también cercanas en algunas zonas a los 10 grados negativos. Y no se descarta que el jueves de madrugada caigan algunos copos se nieve. «El día 20, festividad de San Sebastián, la atmósfera intenta calentarse y podría empezar a subir un poco la temperatura. Pero no va a ser un subidón, será ligero. En los fondos de los valles apenas se notará mucho».