Gipuzkoa envía a Cantabria 25 camiones de basura al día tras el cierre de Lapatx

El cierre del vertedero de Lapatx escenificó la semana pasada el fin de la era de los grandes vertederos en Gipuzkoa. Era la última gran infraestructura que recogía las basuras de los guipuzcoano, ya que a principios de año el asidero de Azpeitia se convirtió en el último con la que contaba Gipuzkoako Hondakinen Kontsorzioa (GHK). A partir de ahora, la fotografía de la gestión de residuos del territorio es clara. A la espera de que la incineradora entre en funcionamiento en 2020, si las previsiones forales se cumplen, la basura cuenta con el único destino de Cantabria, mientras que próximamente se llevará también a Tudela y a la planta de Lurpe, situada en Mutiloa. «La situación constata la necesidad que tenemos de construir nuevas infraestructuras», ha insistido el diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio.

Veinticinco son los camiones que ponen rumbo a Cantabria desde Gipuzkoa a diario. «Es una media aproximada», señalan fuentes de GHK. De esta manera, la media de dieciocho vehículos que viajaban hasta tierras cántabras se ha visto aumentada de manera notable tras el cierre de Lapatx. Este transporte supone que de media mensual desde Gipuzkoa se mandan hasta tierras cántabras entre 12.000 y 15.000 toneladas de residuos. En total, el tope de basuras que se había acordado transportar hasta Meruelo era de 80.000 toneladas durante todo este año. La basura se lleva a cambio de 85 euros por tonelada.

Si el cronograma previsto por los responsables de la Diputación de Gipuzkoa discurre por los cauces previstos, esta situación se mantendrá inamovible hasta finales de enero. Para esa fecha se espera que el vertedero de El Culebrete en Tudela comience a recibir parte de los residuos de los guipuzcoanos. Para ello, la tramitación que lo vaya a permitir tiene que dar luz verde. Hace justo una semana la asamblea de GHK aprobó el convenio para el traslado de residuos hasta la comunidad foral. El siguiente paso lo deberá dar la mancomunidad de la Ribera de Navarra, que gestiona las instalación de Tudela, aprobándolo en su seno. Finalmente, se procederá a la firma definitiva de un convenio, una circunstancia que desde fuentes de la Diputación esperan tener resuelta para mediados del próximo mes de enero.

La necesidad de mandar las basuras hasta El Culebrete se ha encontrado con un rechazo simbólico en el Ayuntamiento de Tudela. A pesar de los votos en contra de PSN y PPN, el Pleno de la localidad rechazó la llegada de basuras procedentes de Gipuzkoa hasta el vertedero. La moción apoyada por UPN, Tudela Puede, y la asbtención de I-E y un edil no adscrito asegura que no conocen «al detalle» el preacuerdo entre Diputación y la Mancomunidad.

Por contra, el departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra ya ha enviado a la Mancomunidad de la Ribera una propuesta de resolución en la que da el visto bueno a que la basura enviada desde Gipuzkoa sea pretratada en sus instalaciones de Tudela. De esta manera, autoriza la ampliación de su capacidad, que pasará de las 70.000 toneladas anuales de la actualidad a alrededor de 200.000. Esta modifiación provoca que El Culebrete pueda recibir sin problemas 70.000 toneladas a anuales que se van a enviar desde Gipuzkoa. Esta opción por ejemplo es más económica -70 euros por tonelada- que la de Meruelo -85 euros-.

La tercera pieza que compone el puzle hasta que se construya la planta incineradora de Zubieta la compone el vertedero de Lurpe en Mutiloa. Desde la Diputación trabajan con la previsión de que pueda estar ya en activo en marzo del año que viene. La instalación, que hasta ahora recibe solamente residuos industriales, tendrá que ser sometida a varias obras de acondicionamiento para poder recibir y tratar residuos sólidos urbanos. De este modo, una vez abierta se convertirá en la opción más ventajosa para el tratamiento de basuras en Gipuzkoa, ya que el coste será menor -60 euros por tonelada-. El vertedero de Lurpe podrá acoger hasta 100.000 toneladas anuales.

Con la planta de Mutiloa activa, desde el Departamento de Medio Ambiente de la Diputación aseguran que se seguirán enviando residuos tanto a Tudela como a Meruelo durante el año que viene, a pesar de que la planta navarra y la guipuzcoana serían suficientes para ocuparse de las 160.000 toneladas anuales que se generan en Gipuzkoa. En Diputación aseguran que se tendrán en cuenta distintos criterios, entre ellos el de precio y transporte (daños medioambiental), pero se quiere mantener una «posición equilibrada» que ofrezca «seguridad» en las alternativas de vertedero. Por este motivo, se seguirá enviando parte de la basura a Cantabria, contrato que expira a finales de 2017.

Así, se prevé que sigan los traslados camiones que previamente viajan hasta las cuatro plantas de transferencia -las de San Marcos, Txingudi, Elgoibar y Akei-, donde se compactan los residuos, antes de que viajen fuera de Gipuzkoa. Las estaciones de transferencia son instalaciones intermedias entre los servicios de recogida domiciliaria, y los servicios de transporte a vertederos e infraestructuras de reciclado y tratamiento de residuos.