«Atención, varón con herida de bala en la gasolinera»

Aunque las actuaciones con arma blanca son ya «algo común» en la ciudad -la última, el arresto este domingo de un súbdito magrebí que quiso agredir con un cuchillo a un compatriota a causa de «un lío de faldas»-, los altercados por disparos representan aún una rara avis. De ahí que ayer se activaran todas las alarmas en la Policía autonómica. El Grupo 6 -una unidad especializada- se hizo cargo de la situación.

Las primeras explicaciones del herido, deslizan fuentes policiales, enseguida hicieron sospechar sobre la veracidad del relato. Se trata de un guipuzcoano de 27 años. Este residente en una localidad de la provincia colindante, ubicada a media hora en coche de Vitoria, declaró que él mismo se disparó por accidente. Ese episodio tuvo lugar, siempre según ese testimonio, fuera de la capital del País Vasco.

No se sabe muy bien con qué finalidad, el caso es que condujo hasta Vitoria. Al encarar las primeras casas y, quizá, al percatarse de la seriedad de la herida optó por echar el freno en la gasolinera y solicitar ayuda. Las primeras indagaciones sí apuntan a que el disparo no se hizo dentro del vehículo, un turismo que acabó en el depósito de la Policía Local en Aguirrelanda. Y es que el perfil del sujeto pronto hizo dudar a los agentes.

Expedientes por tenencia

Es una persona con varias actuaciones motivadas por la tenencia de sustancias estupefacientes, en principio siempre para uso propio. No obstante, subrayan los medios consultados, se le relaciona con el trapicheo de drogas aunque hasta la fecha nunca se ha podido probar nada.

De ahí que una de las principales hipótesis manejadas por la Ertzaintza es que el disparo -de perdigones- fuera el resultado de algún «ajuste de cuentas» debido a un «asunto turbio». Al cierre de esta edición, la Policía autonómica todavía trabajaba en el esclarecimiento de tan sorprendente asunto.