El fiscal retira la acusación a cuatro ertzainas por maltratar a un detenido en Donostia

En la tercera y última sesión del juicio por estos hechos celebrada en la Audiencia de Gipuzkoa, el fiscal ha mantenido la petición de tres años y diez meses de reclusión para el detenido, de origen magrebí, al que imputa un delito de atentado con armas en concurso ideal con dos faltas de lesiones y la agravante de reincidencia, ya que esgrimió un cuchillo contra los policías, dos de los cuales resultaron además lesionados por las piedras que les arrojó.

Una petición que la abogada de los agentes ha elevado hasta los cuatro años de cárcel, mientras que la defensora del imputado ha pedido la absolución de su cliente, al tiempo que ha reclamado que se condene a un año y ocho meses a tres de los ertzainas y a dos años y dos meses al cuarto.

En 2012 en un caserío abandonado

Los hechos enjuiciados se produjeron sobre las 2.58 horas del 8 de agosto de 2012, cuando una dotación de la Ertzaintza vio al acusado mientras accedía junto a otras dos personas a un caserío abandonado de San Sebastián.

Tras ser identificado, el inculpado comenzó a insultar a los policías que iniciaron una persecución durante la que presuntamente el procesado esgrimió un cuchillo y les lanzó piedras, hasta llegar al aparcamiento de un club próximo donde uno de los policías le encañonó con su arma reglamentaria mientras era reducido por los otros funcionarios quienes, ante la resistencia del inculpado, tuvieron que lanzarse sobre el hombre, que cayó violentamente contra el suelo.

Durante su informe final ante el tribunal, el Fiscal ha considerado este viernes que en el juicio ha quedado probado que el hombre esgrimió el cuchillo contra los policías y que les arrojó piedras, además de haber mordido a uno de ellos.

El representante del Ministerio Público ha explicado además que la declaración del acusado en la vista oral, según la cual habría recibido una patada en la boca por parte de uno de los ertzainas tras haber sido esposado, y posteriormente golpeado por el resto en un callejón, no coincide con la versión de los hechos que ofreció en sus anteriores declaraciones en fase de instrucción.

Por el contrario, ha considerado más factible que las lesiones sufridas por este hombre fueran debidas a la persecución que tuvo lugar por lugares "abruptos", así como a la fuerza legítima que tuvieron que emplear los ertzainas para neutralizar la "violencia extrema" del acusado, quien además de caer dos veces al suelo se golpeó él mismo varias veces contra la pared.

El fiscal ha recordado que en la fase de instrucción un vigilante del club en cuyo aparcamiento se produjo el arresto sugirió que el detenido recibió patadas tras ser esposado, extremo que luego no confirmó en el juicio, donde dijo no recordar lo sucedido.

Visto para sentencia

Por su parte, la defensa de los agentes ha insistido en que en el procedimiento no existe ni una sola prueba de que los ertzainas se "extralimitaran" en sus funciones, mientras que, a su entender, ha quedado sobradamente demostradas las agresiones contra los policías por parte del inculpado, quien además reconoció en el juicio que portaba un cuchillo y que lanzó objetos a los ertzainas.

Por el contrario, la abogada del acusado ha aludido a las supuestas contradicciones de las versiones y al cambio de los hechos proporcionados por los agentes a lo largo del procedimiento judicial, al tiempo que ha sostenido que su cliente no atentó contra los policías, porque su intención no era enfrentarse a ellos sino huir de lo que parecía una "caza" del acusado.

Esta abogada ha insistido en la versión coherente mantenida por su patrocinado durante todo el tiempo en el que ha mantenido que los policías le pegaron y se ha preguntado de qué otra manera podría si no haber sufrido tantos golpes, moratones y tumefacciones.

Al término de la sesión, tras la exposición de los informes de las partes, la presidenta del tribunal ha declarado el juicio visto para sentencia.