El agosto de los pisos turísticos
En Donostia se ha duplicado el número de viajeros que ha elegido en el último año esta forma de alojamiento a través de webs
ARANTXA ALDAZ
Domingo, 31 de julio 2016, 08:23
Es el año del turismo, de eso no cabe duda. Y si se mira más detenidamente bajo la lupa, es el año de los pisos turísticos. La oferta extrahotelera prolifera en Gipuzkoa, y especialmente en Donostia, donde su expansión deja números de infarto. Un repunte que coincide con los buenos registros que también está marcando el sector tradicional (hoteles, pensiones, campings). Plataformas como los gigantes Airbnb o Homeaway, que ponen en contacto al propietario del piso y al turista, han puesto patas arriba el mercado con un negocio al que se apuntan cada vez más interesados. Solo en Donostia, Airbnb cuenta con 3.000 anuncios activos de personas que alquilan sus viviendas. En el último año, el número de huéspedes que han elegido esta opción para alojarse durante sus vacaciones en la capital guipuzcoana se ha disparado un 115%, y un 70% en el número de anuncios. Las cifras de Homeaway no se quedan atrás. La demanda en Gipuzkoa, donde cuentan con 805 viviendas anunciadas, ha crecido un 57% este verano, según datos aportados a este periódico.
Su irrupción ha transformado el negocio, hasta el punto de que Euskadi ha dado el paso de regular esta nueva modalidad de alojamiento, a petición expresa del sector tradicional. Esta semana, el Parlamento Vasco ha dado luz verde a la ley de turismo, que incluye como principal novedad la obligación a los propietarios de viviendas turísticas, tanto personas físicas como empresas, de firmar una declaración de responsabilidad para desempeñar la actividad, lo que automáticamente supone que pasan a formar parte del registro de empresas y actividades turísticas de Euskadi. Las viviendas que no estén registradas pasarán a ser consideradas oferta ilegal, por lo que se arriesgan a multas que van desde el mero apercibimiento hasta los 600.000 euros en los casos más graves. La ley también regula el alquiler de habitaciones.
La norma busca hacer aflorar el negocio para evitar el fraude fiscal y garantizar unos estándares de calidad en la oferta, así como un control de viajeros como ya se hace en hoteles y pensiones por motivos de seguridad. El Gobierno Vasco compartirá con las diputaciones los datos del futuro registro, lo que aportará una nueva arma para cazar a los defraudadores. Se calcula que solo un tercio de las viviendas alquiladas a turistas cumplen con sus obligaciones con Hacienda.
A partir de septiembre
La asociación de apartamentos turísticos Aparture, que aglutina la oferta anteriormente regulada en Euskadi, calcula que con los precios que se ofrecen hoy en el mercado de Internet tan solo un 30% de las viviendas serían rentables después de pagar impuestos. La asociación, con 500 viviendas en Donostia, está sufriendo en su propia piel la competencia, y ha perdido un 19% de ocupación en lo que va de año, en contraste con el récord que están marcando los hoteles y los pisos turísticos. No están en contra de que un particular alquile una vivienda, han explicado en más de una ocasión, sino en contra de «los insumisos fiscales».
La aprobación de la ley esta semana da ahora un respiro al sector. El registro de pisos turísticos podrá activarse a partir de septiembre. La consejería de Desarrollo Económico ya ha adelantado que dará tiempo para explicar los cambios y cómo cumplir con la inscripción. En Andalucía, donde ya tienen experiencia, solo en el primer mes de funcionamiento del registro, el volumen de inmuebles alquilados duplicó la oferta de alojamientos reglados (no así en número de camas).