Un abrazo para los refugiados

Se trata de una experiencia piloto que pretende prolongarse en el tiempo. Durante doce meses todos aquellos que quieran ayudar con sus conocomientos a los refugiados podrán hacerlo a través de los bono-truke llamados 'Besarkadak'. Estos tendrán el valor simbólico de un euro y así podrán intercambiar entre los refugiados y las personas participantes en la iniciativa. El modo en empleo es sencillo. "Imagínense que viene una persona siria que sabe cocinar la típica pastelería de allí. Si alguien de aquí estuviera interesado, podría ponerse en contacto con ella y en cambio enseñarle algo que sepa, como puede ser tocar la guitarra", ha explicado Javier Pradini, director de la Fundación Emáus F.S. Después ellos hacen el cálculo de lo que costaría sus servicios y se pagan con los bonos 'Besarkadak'. Al final del proyecto, dentro de doce meses, cada uno podrá intercambiar los bonos por los euros correspondientes. También podrán donarlos a otra iniciativa del estilo.