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Las familias que se reúnen a comer, más allá de su procedencia, posaron para tener un recuerdo de sus experiencias juntos.
«Aquí nadie lleva chilaba si yo no quiero»

«Aquí nadie lleva chilaba si yo no quiero»

El teatro Victoria Eugenia de Donostia albergó a una ciudadanía variada dispuesta a dar la cara por aquellos que esperan una oportunidad. «¿Cuándo van a llegar?»

ANA VOZMEDIANO

Domingo, 6 de diciembre 2015, 08:53

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Habitants no es un partido, pero podría serlo. Su líder, Pello Errementerria, interpretado por el actor Iñaki Merino, alardeó ayer de decir lo que ningún otro político se atreve a expresar sobre los refugiados con su lema 'Aquí caben CASI todos'. Para empezar fue claro: «En mi casa nadie lleva chilaba si yo no quiero».

Este señor Errementeria fue uno de los protagonistas de la fiesta organizada ayer por SOS Racismo y Gipuzkoa Solidaria, que escogió la parodia como método más eficaz para reflejar la situación de miles de personas que esperan una segunda oportunidad y que son rechazadas.

Tal vez para demostrar que no hay como la caricatura para reflejar lo ridículo de algunas posturas, los actores Merino, Ane Gabarain y Santi Ugalde, rodeados de figurantes activos, representaron fielmente a los mandatarios de Habitants que, tras el discurso del líder no dudaron en colocar una alambrada. Tras ella, en el pasillo del patio de butacas, se situaron personas que reclamaban sus derechos. Y una voz interrumpía desde un palco: «la sociedad civil está harta ¿Cuando van a llegar?».

«Si calculamos que van a llegar 120.000, a San Sebastián le tocan dos», se alegró el relaciones públicas de ese partido montado para la fiesta. Además, contaba con la presencia del alcalde donostiarra, con Eneko Goia, que acabaría por dirimir con qué refugiado se quedaba. La historia era tan triste que solo saber que el escenario era el Victoria Eugenia y que era ciudadanía solidaria la que abarrotaba sus asientos, aliviaba ver cómo se exhibía a las parejas por lotes.

Así se las mostraban a Goia, junto a quienes se sentaron el diputado general, Markel Olano; la presidenta de las Juntas Generales, Eider Mendoza; el alcalde de Errenteria, Julen Mendoza, la concejala de Bienestar Social de Donostia, Aitziber San Roman; el director de de Política Familiar y Desarrollo Comunitario del Gobierno Vasco, José Luis Madrazo y el jefe de gabinete de Goia, Iñaki Gurrutxaga, que junto a Löic Alejandro, concejal donostiarra de Irabazi, llevaban en la mano su diploma de bizilagunak.

Muchas de estas personas solidarias, que comparten mesa, mantel y conversación con otras llegadas de fuera. El ambiente en el teatro reflejaba encuentros entre ellos, muy alejado de las palabras que caricaturizaban a algunos políticos encarnados en un Pello Errenteria dispuesto a todo. «Nos enfrentamos a una invasión». «No quieren una vida mejor... lo que quieren es que miremos a la Meca». «No somos racistas, somos racionales», interpretaba ante personas de diferentes nacionalidades. Entre ellas una chica ucraniana, Kateryna, que llegó en junio de 2014 huyendo de un país destruido o Roger, del Congo, que espera asilo desde 2007 y que ha estudiado electrónica e informática.

Un vídeo reflejaba la opinión de los líderes políticos presentes en el acto, además de la de Rafaela Romero, del PSE; Imanol Landa, presidente de Eudel, o Gorka Urtaran, alcalde de Vitoria. Todos aseguraron estar listos para recibir a sus nuevos convencinos. La música de «A desalambrar», de Víctor Jara, sonaba en el teatro donostiarra.

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