El nieto biológico del empresario José Arana demanda por la herencia al ayuntamiento de Eskoriatza

También se solicita el proyecto de reparcelación de la Unidad de Ejecución UAU cuatro del Casco histórico de Eskoriatza de 2012. Además, se señala que el pasado 17 de noviembre se celebró una reunión en el Ayuntamiento de Eskoriatza en la que se entregó la sentencia de filiación en la que se declara como nieto biológico por línea paterna de Arana a Cortabarría.

Finalmente, se apunta que la documentación anteriormente citada y reclamada al Ayuntamiento es "imprescindible" para "determinar la parte de la herencia" de Arana que "por Ley" corresponde a su nieto.

El heredero del considerado 'padre' de la Semana Grande donostiarra, de 85 años, reclama la herencia que, según asegura, le pertenece, por lo que pide que se haga una tasación de los bienes del empresario en el momento de su fallecimiento, acaecido cuando el finado tenía 69 años, en el año 1908. La herencia ascendió entonces a algo más de un millón de pesetas. La familia estima que equivaldría a unos cinco millones de euros.

A su muerte, Arana, legó a la población una considerable cantidad de dinero que sirvió para costear obras de abastecimiento de aguas y construir un asilo para pobres gestionado por la Fundación que creó, Arana Elorza, que además presta asistencia a vecinos del pueblo que puedan verse en situación más desfavorecida

El heredero de Arana es fruto de la relación que el empresario mantuvo con una doncella de 17 años que trabajaba a su servicio. Nunca reconoció al niño, pero sí contribuyó a su mantenimiento y educación. Con el paso de los años, el hijo tuvo también un varón al que bautizó con el mismo nombre y que es ahora el demandante del legado del abuelo.