Borrar
Babosas, kabuxas, pulpos, cangrejos, actinias rojas o estrellas de mar al aire libre para el visitante. ::
Safari nocturno por el Flysch

Safari nocturno por el Flysch

Una excursión permite conocer las especies marinas que no se pueden ver durante el día

SARA SAN SEBASTIAN

Miércoles, 19 de agosto 2015, 17:01

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Mientras Deba duerme, sobre su Flysch se despiertan misterios al alcance de nuestras manos: las actinias rojas, las kabuxas, los cangrejos, las estrellas de mar o los pulpos son algunos de los protagonistas del museo marino que al aire libre y con un guía acertado se convierten en una lección de biología.

  • Guía.

  • Diego Mendoza, biólogo.

  • Lugares.

  • Lapari (Deba), Algorri (Zumaia) y Saturraran (Mutriku).

  • Cuándo.

  • Entre junio y septiembre de luna llena o nueva.

  • Días

  • Jueves, viernes y sábados.

  • Horario

  • 22.30 a 00.30 aprox.

  • Precio

  • 10 euros (8 euros menores de 12 años). Incluye la linterna.

  • Número de asistentes

  • 20 max.

  • Reservas

  • 695 783 656 o debanatura@hotmail.com.

  • Web

  • http //debanatura.blogspot.com.es/

En cada pleamar las rocas del Flysch se cubren de agua. Tras despedir la luz solar, la marea baja y la noche enciende las claves para llegar caminando, sobre la rasa mareal, hasta cientos de especies. Para descubrirlas se necesita una simple receta: perder el miedo a mojarse, tener ganas de aprender y la luz de una linterna. Diego Mendoza se encarga del resto. Mendoza es biólogo y el guía oficial del 'Safari nocturno sobre la rasa mareal' del Geoparkea que organiza la Asociación Debanatura. Para realizar esta excursión son necesarias «las mareas vivas, que ocurren cuando el sol, la tierra y la luna están alineados». De hecho, la influencia lunar es muy importante, «solo se realizan en luna nueva y luna llena», los jueves, viernes y sábados de los meses de verano.

La excursión se hace caminando «por encima de las hojas de la historia geológica de la tierra». Eso es el Flysch, una formación geológica que tiene capas de numerosas épocas terrestres. Desde Saturrarán (el punto más antiguo) hasta Zumaia se muestran los procesos de la tierra desde hace 110 millones de años.

No será necesario esperar tanto para descubrir los seres vivos que esta formación rocosa esconde, aunque será imprescindible tener paciencia. Además, el más hábil y el que antes comience a andar entre los pozos -olvidando las vistas que las piedras ofrecen desde la altura-será el más propicio a desvelar los misterios que la oscuridad camufla.

Al encender las linternas que cada excursionista lleva sobre su frente se da comienzo a la caminata. Primero sobre la arena y luego sobre las rocas; al final, el guía encaminará al visitante hasta el tesoro. Pero aquí no hay mapa que valga. «Cada noche es un mundo y se descubren cosas diferentes».

Los excursionistas caminan con cuidado y en silencio, como los 'gau arrantzales' que con un farol y un gancho se encargaban de buscar, hace cientos de años, a la estrella de las rocas del Flysch: el pulpo. La imagen de los excursionistas es semejante y el objetivo, también. Pero encontrar al molusco de los ocho tentáculos no siempre es posible, porque no se deja ver con facilidad.

Son frecuentes los resbalones y las pérdidas de equilibrio. Aunque esto no solo le sucede al excursionista. Uno de los peces más visibles serán las kabuxas. Esta especie no tiene escamas y, al igual que el visitante pero con mayor habilidad, «se desliza por los diferentes pozos de agua gracias al moco que le cubre».

Las bogas, las cabrillas, las quisquillas y las algas también son algunos de los más frecuentes. Aunque es posible como «premio» ver una babosa o incluso una estrella de mar. Los más fieles a los ojos del caminante son los cangrejos. Su ritmo será imitado por el grupo cuando llegue la medía noche. Hora de ir hacia atrás. Las visitas duran alrededor de dos horas, aunque muchas veces tienden a alargarse porque la situación lo requiere.

Que el cielo esté estrellado o no condiciona la salida del safari. En las noches de mal tiempo se dificultará la visibilidad, por eso, la luna llena es tan deseada: «Permite que la noche sea más clara y que haya más luminosidad, más visibilidad».

Para todos

Para realizar el 'Safari nocturno sobre la rasa mareal' del Geoparkea no existe ningún requisito: «Viene gente de todas las edades», comenta Mendoza. El fin de la visita es «conocer cuál es la fauna marina ligada a la rasa mareal que se instaura cuando baja la marea bajo el Flysch».

La singularidad de la noche tiene su porqué: «El comportamiento de la fauna marina cambia, tienen una conducta más confiada y se pueden observar más especies».

El Flysch de la Costa Vasca es «único». «Es destacable la diversidad biológica de su rasa mareal. Es algo inédito a nivel europeo, es una de las zonas más ricas y destacables a nivel mundial», recuerda Mendoza.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios