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Los psicólogos recibieron a las víctimas en Loiu.
«No siempre es conveniente medicar a la víctima»

«No siempre es conveniente medicar a la víctima»

La decana del Colegio subraya que la persona que pasa por un duelo «debe saber que lo está pasando y hay que informarle de ello»

I. VÁZQUEZ

Miércoles, 5 de agosto 2015, 06:34

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La imagen de del autobús empotrado contra el túnel sin su parte superior habrá quedado marcada en la memoria de la mayoría de los jóvenes que viajaban en el vehículo. Aunque en este accidente no haya habido que lamentar ningún fallecido, en otros como en el del avión de Germanwings que se estrelló en los Alpes, no sucede lo mismo. La decana del Colegio de Psicólogos de Gipuzkoa, Ana María Sánchez Alias, subraya que «es muy importante que los familiares puedan ver el cadáver, nada de fotos o imágenes a través de la televisión. Si no lo ven puede generar un sentimiento de negación de la realidad, de creer que los hechos que han ocurrido no son reales. Éste es el primer paso para superar el duelo. Si no es así nos podemos quedar atascados en un mundo irreal».

Sánchez Alias asegura que el familiar que haya pasado por el mal trago de perder a un ser querido «debe saber que está pasando un duelo y hay que informarles cómo van superando estas distintas etapas. No podemos medicarle y que se sienta bien, nuestro deber es informarle».

Fases del duelo

La psicóloga, por su parte, enumera en cuatro las fases del duelo que deben pasar estas personas: «La primeraes la de la negación, con un enorme sentimiento de desolación. La segunda es la rabia, el intento de buscar un culpable. Esto no ayuda en nada porque nos podemos encallar en buscarlo y no avanzar», matiza. En cuanto a la tercera fase, asegura que es «la de la melancolía, la de creer que lo que está pasando no es real. Y por último, la superación, donde empiezan a construir su vida con la falta de esa persona». Aunque Sánchez Alias enfatiza que «las fases se pueden solapar y no todas las personas reaccionan de la misma manera a este tipo de situaciones».

Tras el accidente del tren de Alvia en Angrois el 24 de julio de 2013 fue muy comentada la labor de los vecinos entregando manta y colchones a los heridos. Una actitud que Sánchez Alias, califica de loable, aunque en contraposición rechaza la actitud «de muchos voluntarios que actuaron con muy buena voluntad, pero las compañeras de Galicia no pudieron controlar a todo el mundo. Fue un estrés añadido para las compañeras tener que decir a toda esa gente que se fuera de allí».

Por ello, cree necesaria la creación de este tipo de grupos, donde ya se sabe quién pertenece a ella porque «la gente que pueda acudir a este tipo de accidentes no sabes qué formación tiene. A veces el intentar actuar de buena voluntad puede generar faltas expectativas. Por eso, debemos tener claro qué es lo que podemos decir y qué no. Justo hace un mes tuvimos una clase en la que trabajamos las cosas que no se pueden decir, porque notamos carencias en este aspecto».

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