Borrar
Las diez noticias clave de la jornada
Sólo la protectora de Gipuzkoa recogió, en 2014, 707 perros de la calle, y en lo que va de año ya han tenido que rescatar a 373.

Una veintena de perros son recogidos de la calle cada semana en Gipuzkoa

Los distintos centros que se ocupan de recoger a los animales en el territorio contabilizaron 968 rescates durante el 2014

AINHOA MUÑOZ

Sábado, 25 de julio 2015, 10:10

Todos quieren estar en primera fila. Cuando se acerca una persona, le miran ansiosos detrás de unas barras, moviendo la cola y jadeando anhelantes por ser el próximo perro en disfrutar de una nueva familia. Una segunda oportunidad que se dice. Aquello no es ningún comercio que exhibe los animales en un escaparate. Es un lugar donde viven confinados por obligación. Porque alguien, en un momento dado, dejó de quererles. Otros, se extraviaron y nadie se preocupó por buscar a su mascota al ver que no volvía a casa. Esta es la realidad cada año de alrededor de 1.000 perros en Gipuzkoa, según datos de los centros de recogida que se ocupan de esta labor en todo el territorio, a excepción de los datos de la comarca del Alto Deba.

La mestiza de foxterrier que la semana pasada fue rescatada del fondo de un contenedor de basura en Donostia ha vuelto a poner el foco de la actualidad en los perros abandonados. Cada semana, una veintena de canes se recogen por las calles guipuzcoanas. ¿Su destino? Perreras, residencias canicas, criaderos, refugios o protectoras. «Desgraciadamente todavía se siguen abandonando muchos perros», confiesa Itziar Mintegi, directora de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Gipuzkoa, que sólo durante el ejercicio del 2014 acogió entre sus instalaciones a 707 canes, de los cuales 356 se encontraron por las calles de Donostia.

Sin embargo, otra realidad es que un gran porcentaje de estos animales llegaron hasta los distintos refugios por extravíos. Perros que se escapan de sus hogares por diferentes motivos y que no saben volver a su casa. «Ahora es una época de muchas fiestas, y los perros se desorientan por el ruido. Tienen pánico a los petardos y eso les hace correr. Otros, normalmente machos, van detrás de cualquier perra que está en celo por puro instinto animal», explica la presidenta de la asociación.

El microchip

De ahí que la primera labor en cuanto un perro llega a un centro sea la de comprobar si tienen el microchip, algo totalmente obligatorio de implantar. «Si no lo tienen se consideran perdidos o abandonados. En cambio, si tienen el chip, los dueños saben inmediatamente que su perro está en las instalaciones porque les llamamos. Unos vienen angustiados a recogerlos. Otros, en cambio, nunca aparecen».

La protectora de Gipuzkoa es el refugio con mayor demanda, ya que se encarga de recoger los animales perdidos de 29 municipios -tienen convenios con el mismo número de ayuntamientos-. Aunque la llegada del verano hace creer que el animal supone un estorbo para su dueño, tanto Mintegi como el resto de gerentes de los centros en Gipuzkoa desmienten esta supuesta tendencia: «Siempre se ha dicho que en verano hay un boom de abandonos, pero no es así. La circunstancia se da durante todo el año».

De hecho, hay quienes desdramatizan la angustia de los animales que, de un día para otro, pasan del cariño a la indiferencia. «En el año 2000 era una barbaridad la cantidad de perros que recogíamos porque habían sido tirados en la calle. En cambio, hoy la mayoría son perros perdidos», asegura Rufo Ribado, gerente del Criadero Bi Lagun que opera en la zona del Bidasoa. Este centro recogió 100 canes el año pasado, «pero prácticamente el 80% fueron devueltos a sus dueños» gracias a la base de datos informatizada y cruzada con los registros de los chips de toda España.

La falta de este identificador conlleva a no saber quién es el dueño, por lo tanto, no se pueden devolver. La Residencia Canina Urdaneta, en Zarautz, vive cada día muchos de estos casos. Su propietario, Iñaki Izeta, confiesa que «los perros que no se reclaman es porque se trata de animales que bajan al pueblo desde los caseríos. Prácticamente son el 90%». Según Izeta, de los 27 perros que la Guardia Municipal le llevó durante el 2014 «ninguno era abandonado, lo que pasa es que no suelen estar microchipados».

Y es que, aunque el porcentaje de animales de compañía recogidos en la calle que llevan microchip ha aumentado ligeramente en este último año, se calcula que sólo el 30% de los perros encontrados en las calles de toda España lo llevan.

El veterinario responsable de la Mancomunidad del Bajo Deba, Roberto Sologaistua, lleva gestionando el servicio de la perrera desde hace doce años. Su experiencia en casos de abandono, dice, «ha ido disminuyendo con el paso de los años. Hay más identificaciones, y eso hace que esté todo mucho más controlado, por eso la mayoría de perros que recogemos sabemos que tienen dueño y se los devolvemos en el 80% de los casos. Aunque también existe el perfil de personas que se despreocupan y dejan el animal aquí». Esta perrera de Elgeta se responsabilizó de la gestión de 135 canes. Sólo 18 fueron adoptados.

Porque a adopción sigue estando entre las últimas opciones cuando se decide tener un animal de compañía en el hogar. Un estudio de la Fundación Affinity revela que la alternativa más habitual es recibirlo como un regalo de familiares o amigos. En concreto, casi la mitad de los perros llegaron a su casa en forma de obsequio. «Muchas personas se piensan que tener un perro es como si tuvieran un nuevo objeto. Pero no. El perro es un ser vivo que tiene sentimientos igual que las personas. Por eso hay que concienciarse que ese animal precisa de muchas necesidades y hay que responsabilizarse de él, no guiarse por el '¡Ay! ¡Qué monadita! Se lo regalamos al niño'», expresa Mintegi. En el refugio que regenta, el año pasado dieron en adopción a 356 perros. «Una cifra muy buena. La gente se está concienciando cada vez más de la importancia de no comprar un animal. Aunque necesitamos más adoptantes».

En el conjunto de España, la cifra de mascotas recogidas por las protectoras asciende a más de 140.000. Sólo el 44% fueron adoptadas según el trabajo realizado por la Fundación Affinity.

Además, en el País Vasco, merced a la ley de 1993 de Protección de Animales, son las diputaciones forales y los ayuntamientos quienes tienen la responsabilidad de recoger a los perros abandonados y mantenerlos durante 30 días en instalaciones adecuadas hasta dar con el dueño. En el caso de que lo tenga. Si no, estará disponible para darlo en adopción.

Y es ahí cuando la cola no deja de pegar latigazos. «Es curioso ver a un perro recién adoptado, no se separa de su nuevo dueño y no deja de mirarle. Son animales, sí, pero conscientes de que se les está dando una segunda oportunidad, porque para ellos el abandono es un auténtico trauma», asegura Mintegi.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Una veintena de perros son recogidos de la calle cada semana en Gipuzkoa

Una veintena de  perros son recogidos  de la calle cada  semana en Gipuzkoa