Secciones
Servicios
Destacamos
V. MURUZABAL
Sábado, 29 de noviembre 2014, 08:00
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
«Mejor por el otro lado, con las peñas al fondo». José Manuel Etxarte abandona su trabajo un momento para atender al recién llegado, que le hace fotos con el móvil. La txondorra parece terminada ya, pero será este sábado a las 18.30 horas, día de San Saturnino, cuando se prenderá.
A José Manuel 'Trumoia', de 69 años cumplidos, se le ve contento. Con ganas de enseñar su obra. La carbonera se levanta por tercer año consecutivo en la explanada del centro de interpretación de las minas de Arditurri. Allí donde termina ese lujo de bidegorri que te deja al pie de las Peñas de Aia.
«El caserío está ahí arriba», indica José Manuel señalando algún lugar indeterminado entre lo que fueron las minas y las moles desdentadas de Aiako Harriak. Desde el día 18 baja a trabajar a la explanada. Primero colocó la caseta. La que en los años anteriores era una humilde choza, es en esta ocasión un contenedor de obra con un porche de madera, eso sí, todo provisional. Contra los muros de donde se cargaba el mineral de hierro se apilan un montón de tierra y otro de madera. «Sí, esta madera es haya».
En los fondos de Euskal Herriko Ahotsak figura un documental sobre 'Trumoia', donde se le cataloga como «extractor de madera». O sea, que sabe de que va. Los carboneros del País Vasco pueden contarse con los dedos de una mano. Por eso es un lujo tener aquí un superviviente del antiguo oficio.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.