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El embalse de Ibiur presentaba el lunes esta imagen, casi repleto de agua destinada a Tolosaldea.
La presa de Ibiur ha reducido al mínimo los problemas de abastecimiento en Gipuzkoa
SUMINISTRO DE AGUA

La presa de Ibiur ha reducido al mínimo los problemas de abastecimiento en Gipuzkoa

La falta de suministro se limita a 35 pequeños núcleos rurales, el 1% de la población

FERNANDO SEGURA

Jueves, 31 de julio 2014, 09:15

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Gipuzkoa tiene asegurado el abastecimiento de agua incluso en momentos de sequía, salvo que sea extrema. Esta afirmación era imposible de realizar hace cinco años, cuando la comarca de Tolosaldea padecía restricciones prácticamente todos los veranos. La puesta en servicio de la presa de Ibiur en 2010 supuso completar la red de pantanos y ha conllevado la reducción drástica de los problemas de abastecimiento en el territorio.

A día de hoy, la escasez de suministro se limita a 35 pequeños núcleos rurales, el 1% de la población. Hace cinco años, sin embargo, 55.000 vecinos del corredor del Oria, desde Tolosa hasta Andoain, padecían una deficiente calidad del suministro, que se agravaba con restricciones durante el estío.

La red de abastecimiento de Gipuzkoa se compone de nueve embalses: San Anton (Txingudi), Añarbe (Donostialdea), Arriaran y Lareo (Goierri), Ibiur (Tolosaldea), Barrendiola (Alto Urola), Ibai Eder (Bajo y Medio Urola, y Costa), Urkulu (Alto Deba), Aixola (Medio y Bajo Deba). El Consorcio de Aguas de Gipuzkoa considera que este número de pantanos es suficiente para garantizar el abastecimiento. El esquema se diseñó en la década de los ochenta y contemplaba otros tres embalses (Barrendiola II, Urkulu II y Amondarain). A día de hoy, sin embargo, se estima que estos últimos no son necesarios.

Previsones incumplidas

La red ampliada a doce embalses se diseñó cuando la población guipuzcoana rondaba los 750.000 ciudadanos y el consumo per cápita era de unos 360 litros por habitante y día. Se preveía un incremento demográfico de entre un 3 y 4% cada cinco años, esperándose llegar a 860.000 vecinos en 2010. Además, el aumento del nivel de vida y los hábitos existentes en aquel momento (poco ahorro) hacían prever que el consumo se elevaría en 2010 hasta 460 litros por habitante y día.

La realidad actual es muy distinta. El año pasado cada guipuzcoano utilizó 217 litros diarios, es decir, menos de la mitad de lo calculado para 2010. Las razones son varias. En primer lugar, los análisis demográficos no se han cumplido. El último padrón sitúa en 713.818 los habitantes de Gipuzkoa.

A esta razón hay que añadir otras, como el incremento de la mejora de la red de suministro (menos fugas), el aumento del precio del agua, la mayor concienciación social, el mejor rendimiento de los electrodomésticos (especialmente lavadoras y lavavajillas) y la crisis económica. El Consorcio de Aguas señala que «a la vista está que, salvo un suceso excepcional, como podría ser un cambio importante en la pluviometría de nuestro territorio, no van a ser necesarios más embalses en los próximos años».

Sequías

Gipuzkoa registra una alta pluviometría (como la de este mes de julio), pero es un territorio que padece sequías cada cinco o seis años. Contamos con una red de embalses amplia, pero también es cierto que su capacidad es reducida. Se llenan rápido, pero se vacían a la misma velocidad. Basta un dato para situarnos. Los nueve embalses guipuzcoanos tienen capacidad para almacenar 80 hectómetros cúbicos, frente a los 400 de Yesa o los 418 de Itoiz. En el pantano de La Serena (Badajoz) caben 450 presas como Ibiur.

La Diputación redactó en su día un plan contra la sequía que se basaba, entre otras medidas, en la conexión entre presas, con el fin de trasvasar agua de unas a otras, y el aprovechamiento de acuíferos. El Consorcio señala que con las medidas adoptadas «la situación está bien controlada». En este sentido, señalan que las comarcas del Deba y Urola están conectadas con sus respectivas zonas intermedias (Urkulu-Eibar y Barrendiola-Ibai Eder). Está pendiente el enlace del Goierri (Arriaran-Lareo) con Tolosaldea (Ibiur). Además, en esta última comarca y con el fin de garantizar el abastecimiento en episodios de sequía, falta por ejecutar el trasvase de agua desde el río Amondarain al embalse de Ibiur.

El 1% restante

En Gipuzkoa, según el Plan de Actuación sobre las Unidades de Abastecimiento (mayo 2013), los problemas de abastecimiento son residuales, concentrados en 35 núcleos de población.

En 17 de ellos se requerirían actuaciones urgentes, con un coste de unos 7 millones de euros. En estos 17 núcleos residen en torno a 1.700 ciudadanos.

La localidad más afectada es Aia, tanto su casco urbano (636 vecinos), como Urdaneta y Lurgain. Los problemas de suministro siguen apareciendo en verano, debido a la insuficiencia de las instalaciones y del depósito.

En Hernani, los problemas no están resueltos en Aparrain (408 vecinos) y en Azpitarte. En el primer caso el depósito resulta insuficiente y en el segundo, además, las conducciones presentan fugas. Amezketa también sufre problemas en Altunegi, Larrondo y Urtzabal.

En Irun, las principales deficiencias se detectan en Olaberria (36 vecinos), enclave que carece de un depósito y en Saraoia (40), donde la capacidad de la instalación es insuficiente.

Otros problemas que necesitan atención urgente según el documento de la Diputación se encuentran en Leaburu-Txarama (depósito en mal estado), Lazkao-Agerre (tratamiento deficiente del agua), Bergara-Elosua-Agerre (depósito insuficiente) y Aizarnazabal-Zehatz (depósito insuficiente).

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