Secciones
Servicios
Destacamos
J. GUILLENEA
Lunes, 15 de enero 2018, 00:50
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Las estatuas ya no son como las de antes, cuando se erigían y ahí quedaban, al capricho de las palomas o de los turistas empeñados en quedar inmortalizados en una foto ante una efigie presuntamente inmortal.
La de la princesa Diana de Gales y su ...
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.