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Miércoles, 10 de agosto 2016, 11:44
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La exposición pública en Internet no suele tener mayores contratiempos que los propios derivados de una fama efímera. Pero sucede que a veces no podemos controlar quién vigila nuestros movimientos y qué puede suponer ello. Esa hipótesis es la que se baraja para explicar la violación y asesinato de la bloguera Katrina Vetrano.
La joven de 30 años fue víctima de este brutal episodio cuando salía a correr como solía hacer habitualmente. Ese era su modo de vida y así lo contaba en sus redes sociales donde tenía una relativa influencia. La mañana de su muerte contó en su perfil de Instagram que iría a correr junto a su padre. Este finalmente no pudo acompañarla y le recomendó que ella tampoco saliese a hacer ejercicio.
No sirvió de mucho su recomendación porque Katrina salió a correr por las calles de Nueva York hasta que en un momento determinado se encontró con su asesino. Primero la violó y después la mató. Pero los dientes rotos y los hematomas en el cuerpo de Katrina demuestran que ella forcejeó para tratar de liberarse.
El cadáver fue encontrado por su padre junto a unos arbustos. Mientras la policía trata de esclarecer lo sucedido y encontrar al asesino, la primera línea de investigación apunta a que quien la mató fue uno de sus seguidores en las redes sociales. Si alguien da con su pista, podrá embolsarse los diez mil dólares que ofrece el padre de Katrina por dar con el asesino de su hija.
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