Los consejos de Isabel Preysler para separarse con elegancia

Hace un par de años se publicó el libro «Un divorcio elegante o cómo desenamorarse con estilo», escrito por la abogada Purificación Pujol y con prólogo de Preysler. Dos páginas y media en las que la que fue mujer de Julio Iglesias, Carlos Falcó y Miguel Boyer destaca que la obra «expone unas sensatas y prácticas reflexiones con el fin de aportar a los ex y sus circunstancias un factor de alivio». Entre otros consejos, el libro recomienda que a la hora de comenzar una relación se piense en «cómo esa persona se comportará en pareja, pero también en cómo será cuando se convierta en una ex pareja». Según Pujol, una de las reglas fundamentales es «dejar atrás el pasado definitivamente», enfrentándose con sensansetez a «las obligaciones financieras que queden del matrimonio pasado».

Además, destaca que mantener un matrimonio por apariencia es un gran error. «Hay parejas que mantienen el acuerdo tácito de escenificar una unión impostora ante el mundo. Un sinsentido abocado al fracaso, la infelicidad y el abusurdo», subraya. Sin duda, la valentía del premio Nobel para enfrentarse a su aún esposa y sus tres hijos a principios de junio para anunciar que estaba enamorado de otra mujer sería aplaudido por la autora. No digamos ya por la prologuista.

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Isabel Preysler es una gran experta en estas lides. No en vano, su primera «divorcio» ni siquiera fue tal, ya que ella y su primer marido, Julio Iglesias, rompieron su unión en 1978, antes de que se aprobase la Ley del divorcio en España en 1981. La única forma entonces de acabar con los lazos conyugales era la anulación eclesiástica.

Dos años después, contrajo matrimonio con Carlos Falcó, marqués de Griñón. Estuvieron juntos cinco años, hasta que en el camino de Isabel se cruzó el por entonces ministro de Economía y Hacienda de Felipe González, Miguel Boyer. Segundo divorcio y primer matrimonio civil para Preysler, en 1988. De Boyer enviudó el pasado año y su relación con sus dos ex maridos es ejemplar. Lo dicho, toda una maestra.