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Jueves, 30 de octubre 2014, 02:02
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Una visita de Guillermo y Máxima de Holanda ha vuelto a sacar de nuevo a la princesa Masako de su reclusión en palacio: aquejada de una fuerte depresión, hacía nada menos que once años que la mujer de Naruhito no asistía a una cena oficial en su país. Pero esta vez era distinto. Les une una relación tan especial con los monarcas holandeses, que los herederos de Japón han pasado sus vacaciones en los Países Bajos. Y el primer viaje oficial de la princesa desde que se le diagnosticara su enfermedad fue el año pasado para acudir a la coronación del rey Guillermo. Desde entonces nada más.
Por este motivo, no ha extrañado que, además de a la cena oficial, Masako asistiera a la ceremonia de bienvenida a los soberanos holandeses que se celebró en los jardines del palacio imperial, un acto en el que tampoco participaba desde hace un lustro. Vestida de naranja en honor a los monarcas europeos, incluso con sombrero a juego, la princesa no perdió la sonrisa, acompañando en todo momento a su marido, así como al emperador Akihito y la emperatriz Michiko y Naruhito.
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