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El presidente de la CEOE, Juan Rosell.
La CEOE ve «excesivos» los 1.000 millones que se destinan a formación de parados

La CEOE ve «excesivos» los 1.000 millones que se destinan a formación de parados

Juan Rosell defiende que sean las empresas quienes decidan en qué forma se realiza la formación para el empleo

efe

Miércoles, 3 de mayo 2017, 15:47

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El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha dicho que los 1.000 millones presupuestados para la formación de personas en situación de desempleo le parece excesivo y que es necesario una transición presupuestaria hacia los trabajadores ocupados.

En rueda de prensa para presentar el 'Libro Blanco sobre el sistema de formación en el trabajo', Rosell ha asegurado que son las empresas quienes deben decidir en qué forma se realiza la formación para el empleo, ya que el éxito de la formación es el de las empresas.

Desde la CEOE se han mostrado preocupados por la competitividad española que se encuentra en el puesto 32 del mundo y en 14 de la Unión Europea, según datos de 'World Economic Forum'.

Para la patronal, este problema de competitividad se debe a "la inadecuación de los trabajadores", por lo que es esencial la formación para no perder aún más productividad.

La CEOE ha acusado al actual sistema de formación, reformado en 2015, de que un 22% de las empresas hayan abandonado el uso de crédito formativo, es decir, 103.820 empresas menos usan el sistema de bonificaciones con respecto 2014. De ellas, 99.622 son pymes, que son las que más necesitan la formación, en opinión de la patronal.

Modelo alternativo

En su libro blanco la CEOE propone un modelo alternativo para mejorar la calidad y la eficiencia de la formación, que deberá ser impartida por entidades de formación o por las propias empresas.

La patronal aboga por un sistema regulado en el entorno de la negociación colectiva, en el que la empresa sea el eje del modelo y protagonista de su gobernanza, junto con los sindicatos, en tanto que la administración pública queda relegada a un papel colaborador.

Asimismo, apuesta por establecer un sistema específico para la pequeña empresa y la microempresa, por permitir la externalización de servicios formativos y la existencia de beneficio empresarial en la actividad formativa.

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