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Andrés Zearreta, en su despacho de Lakua.
«El Gobierno Vasco ofertará más de 10.000 empleos en una década»

«El Gobierno Vasco ofertará más de 10.000 empleos en una década»

«De haber seguridad jurídica, y si al final la congelación no es normativa básica, se podría actuar con los salarios», asegura

JOSÉ LUIS GALENDE

Lunes, 13 de octubre 2014, 07:30

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La Administración vasca atraviesa una etapa muy conflictiva con los sindicatos, con varios asuntos de trascendencia pendientes y limitada en sus decisiones por la normativa básica que emana del Gobierno central para contener el gasto público. El viceconsejero de Función Pública, Andrés Zearreta, aprecia un problema importante en la renovación de las plantillas y vaticina que cuando se levanten las limitaciones tendrán que incorporarse por medio de OPEs más de 10.000 trabajadores. Por otro lado, ve prácticamente imposible evadirse de la obligación de congelar un año más los salarios de los trabajadores a su cargo (70.000), aunque si esa prohibición desapareciera en el curso del debate presupuestario en las Cortes «podría haber posibilidades de actuación».

- El otro día, el lehendakari se enfrentó a un delegado sindical durante una protesta y le espetó: «¿Este es vuestro lugar de trabajo habitual? Demuestra cierto hartazgo del Gobierno vasco con las movilizaciones en el sector público...

- Esa foto responde a una situación de un momento muy concreto. Hay que desdramatizar el hecho. Hubo un acercamiento del lehendakari a trabajadores que estaban expresando su opinión y hay que entenderlo de forma natural. La situación en este momento es complicada también para el empleado público.

- ¿Los responsables de la Administración Pública no sienten la tentación, cuando ven tanta protesta de delegados sindicales, de reformular los acuerdos con los sindicatos que conceden un plus de horas sindicales en el sector?

- Tenemos un acuerdo que en su momento fijó unas bases para la relación entre ambas partes. Otra cosa es el tono o tenor de la actividad que desarrollen las personas que disponen de horas -que son muchas en esta Administración- para hacer labor sindical. Una actividad que me gustaría entenderla en clave de asesoramiento a los trabajadores y de ayuda o trabajo en las mesas de negociación. Esas personas deberían estar fundamentalmente en esas mesas o trabajando para hacer propuestas para mejorar documentos como el anteproyecto de Ley de Empleo Público. Pero yo no he tenido esa tentación a la que alude; creo que estamos bien como estamos.

- Congelación salarial, interinidad, Ley de Empleo Público... ¿No son demasiados frentes abiertos?

- El reto fundamental en este momento es el anteproyecto de Ley de Empleo Público. En los 25 años que tiene la actual normativa han cambiado mucho las cosas: los trabajadores y sus necesidades; la propia Administración, y, sobre todo, los ciudadanos, que quieren una relación diferente con la Administración. La nueva norma pretende dar salida a esas demandas y fijar unas bases para posibilitar herramientas de cara el futuro.

- ¿Va a ser posible el acuerdo con las centrales?

- Puede haber consensos a la hora de afinar, modificar, quitar, poner... todo eso se puede hacer en el texto que tenemos. Hay recorrido y posibilidades de acuerdo. Escuchamos a los propios trabajadores, pero nuestra obligación es negociar con sus representantes. Es un proceso abierto que ya ha dado los primeros pasos y que puede durar aún un par de meses. Como resultado de todo ello habrá un segundo documento que el Gobierno presentará al Parlamento si lo cree oportuno. Yo soy optimista y creo que entre todos vamos a conseguir esa herramienta.

- La congelación salarial por quinto año, tras una rebaja original del 5%, es uno de los motivos de protesta. ¿Qué margen tienen?

- Tenemos que estar a lo que diga la redacción definitiva del proyecto de Presupuestos del Estado. En el Gobierno vasco existe malestar por cómo se resuelven ciertas cuestiones. Por ejemplo, en una reunión del jueves 25 de septiembre se nos hicieron unos planteamientos que ya el viernes no se respetaron en el texto que salió del Consejo de Ministros. Y se trataba de una modificación importante. Ante tales experiencias, lo prudente es esperar a ver cómo termina este asunto, ver la letra pequeña y en función de todo ello tomar una decisión. Pero tal como están las cosas, si la congelación es normativa básica, va a ser muy difícil que este Gobierno pueda abstraerse de esa obligación.

- Sin embargo, hay quien se ha saltado la limitación a la congelación salarial en Euskadi...

-Diputaciones y ayuntamientos tienen su propia autonomía para tomar decisiones, y no voy a ser yo quien juzgue. Me tengo que centrar en lo mío, y el concepto de seguridad jurídica es clave. El Gobierno no puede embarcarse en decisiones que puedan poner en cuestión la situación de los trabajadores y dar un paso que luego pueda ser recurrido y que tengan que devolver dinero.

- ¿Tiene margen de negociación el Gobierno vasco o su partido, el PNV, para cambiar el texto del proyecto en el debate parlamentario?

- Nos estamos esforzando en todos los sentidos. Me gustaría pensar que en ese cambio -elevar al 50% la tasa de reposición de trabajadores públicos en ciertos sectores- ha tenido algo que ver nuestra posición. El límite de la tasa de reposición del 10%, aún vigente, es un lastre absoluto.

- En el hipotético caso de que la congelación no fuera norma básica, tendría margen económico el Gobierno vasco para realizar alguna subida a sus trabajadores?

- Si se abre la puerta para pagar una cuarta parte de la extra de 2012, el Gobierno ya ha dicho que quiere abordarla. Si hubiera más margen para actuar en materia salarial, tendría que analizarlo, siempre desde un ámbito de seguridad jurídica. Y podría haber posibilidades de actuación.

Relación con ELA

- ¿Le dijo a ELA que el capítulo I de los Presupuestos vascos, el de personal, se va a congelar en 2015?

- Cuando nos reunimos con los sindicatos, fijamos las expectativas que podemos tener; y cuando se hace esa referencia a ELA es en torno al verano. La expectativa en aquel momento era esa, porque intuíamos que no íbamos a tener mucho margen de movimiento con la normativa básica, lo cual parece ahora confirmarse. Pero tenemos que esperar y ver lo que finalmente sale de ahí.

- Usted ha dicho que es necesario reducir el número de interinos y convocar OPEs. ¿Qué riesgos supone una plantilla tan envejecida como la existente?

- La posibilidad de reponer personal existe solo en sectores muy concretos -sanidad, seguridad...- pero yo creo que es la propia Administración general la que sufre más la situación, especialmente en algunos niveles técnicos elevados, lo cual nos hace adoptar una postura beligerante. La edad media de ese colectivo es de 55 años y en esos niveles se va a producir una descapitalización humana. La herramienta fundamental para arreglarlo son las OPEs.

- Dada esa situación de edad y el retraso en la reposición de vacantes, cuánto personal necesita incorporar el Gobierno vasco vía oferta pública de empleo en diez años?

- Muchos miles de personas. No es fácil hacer el cálculo, pero es perfectamente factible que sean más de 10.000 en una década. Sin duda.

- ¿Cómo ha evolucionado la conflictividad en el Gobierno vasco? ¿Sucede como en el sector privado, donde las jornadas perdidas se han reducido un 66% en un año?

- El compromiso de los trabajadores en esta difícil situación está haciendo que no tengamos una pérdida de horas importante. ¿Qué va a pasar ahora? Los sindicatos están hablando de hacer ese tipo de convocatorias. En cualquier caso, esa reducción de la conflictividad no es mérito de la Administración. Por la razón que sea, los trabajadores se están conteniendo y colaborando.

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