Condesa se aferra a una oferta de Aristrain para salvarse casi en tiempo de descuento

Cuando el tiempo ya empezaba a expirar y los trabajadores de Condesa temían ya la llegada de algún fondo 'buitre', tal y como han venido advirtiendo, el grupo que preside el guipuzcoano José María Aristrain, hijo del fundador de la acería de Olaberria y los altos hornos de Bergara, ha presentado a los bancos un plan industrial para las nueve plantas que tiene Condesa, dos de ellas en Álava y otras dos en Navarra.

Tras varios meses de análisis que han incluido una due diligence (auditoría completa), el principal reto del grupo Aristrain es convencer a los bancos acreedores, que en abril cortaron el grifo del crédito a Condesa, lo que le ha impedido comprar materia prima para fabricar. En ese sentido, el plan de Aristrain plantea a los bancos una salida para la reordenación de la deuda y el compromiso de consolidarse como un accionista a largo y plazo de la firma vitoriana, cuyos accionistas son las familias Iribecampos y Uribarren. En juego hay 1.500 trabajadores.

José María Aristrain figura en la lista de Forbes como uno de los españoles más ricos, con un patrimonio que supera los 700 millones de euros. Cuando contaba 24 años, tuvo que hacerse cargo de la gestión de la floreciente compañía que había fundado su padre, Siderúrgica Aristrain, que en Gipuzkoa comprendía la acería de Olaberria y los altos hornos de Bergara, además de una tercera planta en Madrid. A mediados de los años 90 decidió vender la empresa familiar al grupo Aceralia, que más tarde se integraría en Arcelor. Aristrain es consejero y accionista del gigante indio ArcelorMittal.