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La economía vasca creció un 3,1% en 2016, apoyada en una industria que no dejó de sumar alegrías al crecimiento y que compartió protagonismo con los servicios.
El Gobierno Vasco reclama subir los salarios

El Gobierno Vasco reclama subir los salarios

El Ejecutivo celebra que la desaceleración de los últimos meses es menor de lo previsto, lo que podría llevarle a elevar su estimación para 2017

Julio Díaz de Alda

Sábado, 28 de enero 2017, 08:57

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La economía vasca creció el año pasado un 3,1% interanual, según el avance de cuentas trimestrales ofrecido ayer por el Instituto Vasco de Estadística (Eustat), lo que representa un repunte nada desdeñable en comparación con las principales economías de nuestro entorno y, al mismo tiempo, superior en una décima al estimado allá por noviembre por el Gobierno Vasco. El país avanza con paso firme y apoyado en un modelo de crecimiento «sólido y que permite crear empleo».

Así lo defendió el responsable de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, quien se felicitó también por el hecho de que la más que descontada desaceleración de los últimos meses, que continuará de manera inexorable, «está siendo menos intensa de lo previsto».

Según destacó Azpiazu, Euskadi se apoyó el año pasado (al menos hasta el tercer trimestre) en un comportamiento del Producto Interior Bruto (PIB) muy equilibrado, con un reparto del protagonismo casi parejo de la industria y los servicios. A esto hay que añadir, incidió el consejero, que el sector exterior no fue ningún lastre, tal y como se llegó a temer en algún momento.

«Estamos en un buen punto de partida para 2017», dijo, tras subrayar que el pasado ejercicio dejó un incremento del 1,9% en la creación de empleo (también superando los cálculos de Hacienda), «lo que equivale a la generación de algo más de 16.500 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo».

En esa tesitura, Pedro Azpiazu envió un 'recado' a los empresarios al recordarles que ese avance es producto, en buena parte, de una mejora de la productividad del 1,2% interanual; un empujón superior al registrado en España, añadió, donde apenas se movió ese concepto. Ventaja, insistió el consejero, que tiene su razón de ser en una significativa moderación salarial o, como lo denominan algunos economístas, una 'devaluación fría'.

Apoyado también en el convencimiento de que Euskadi afronta 2017 con cierto pulso, el responsable de la política económica vasca animó a las empresas a subir los sueldos de sus trabajadores.

«Hay margen para subir salarios sin impacto inflacionario», sentenció. «Ahora es posible que suban (los sueldos) para dinamizar la economía», añadió el consejero. «Recientemente hubo un acuerdo con los sindicatos; ese es el marco, dependerá de ellos (en alusión a las patronales) y, después, de las propias empresas», aseveró.

No habrá consigna

Confebask recogió presta el guante lanzado por Azpiazu, y fuentes oficiales de la organización empresarial recordaron que la misma «no se opone» de ningún modo a las subidas, pero que eso es un asunto que se ha de tratar siempre en cada empresa. «No va a haber una consigna general», resaltaron.

Esos mismos medios recordaron que su presidente, Roberto Larrañaga, afirmó recientemente que Confebask es «partidaria de subir los salarios, pero siempre que se pueda mantener la competitividad de la empresa». «Porque, según sectores y actividad -explicó- habrá algunas que no puedan».

A nadie se le escapa que, de fructificar, esa invitación del Gobierno a las empresas vascas lograría como derivada un repunte de la recaudación vía IRPF e IVA que no les iba a venir nada mal, primero, a las diputaciones y, después, al propio Ejecutivo, que obtiene el 70% de sus recursos de los ingresos tributarios forales. Todo tiene su porqué, y es que el Ejecutivo tiene sus esperanzas puestas (así consta en las últimas previsiones oficiales) en la demanda interna, sobre todo en el consumo de los hogares, con lo que ese hipotético empujón en las nóminas sería auténtica gasolina para el motor del crecimiento vasco este año.

Más allá de invitaciones a la patronal o desiderátums lanzados al viento, Azpiazu, quien estaba acompañado por el viceconsejero de Economía y Hacienda, Alberto Alberdi, hizo un repaso de los datos aportados por el Eustat sobre el último trimestre de 2016 y el conjunto del año pasado. El consejero puso en valor el que el PIB vasco creciera entre septiembre y diciembre pasados un 2,9% sobre el mismo periodo de 2015, «sólo una décima menos que en el tercer trimestre».

Mejora tras mejora

Además, el consejero resaltó, «los crecimientos intertrimestral e interanual superan también en una décima cada una de las previsiones del departamento de Hacienda». Y es que, explicó, esa permanente superación de las estimaciones fue una constante en 2016, cuando se elevaron los augurios hasta en tres ocasiones (en marzo, cuando se dibujó un 2,5%; en octubre, con un 2,9% y en noviembre, con el 3% finalmente superado».

Algo similar podría suceder este año, para el que está previsto un repunte interanual del PIB del 2,3%. Y es que, afirmó Alberdi, esas estimaciones «previsiblemente se revisarían al alza». ¿Cuándo? Todo dependerá del sometimiento de los datos completos del cuarto trimestre de 2016 a un modelo que maneja habitualmente el Gobierno Vasco denominado 'de alta frecuencia'. «Será en breve», añadió el viceconsejero, quien deslizó ya -quién sabe si a conciencia- una nueva cifra. «No sé si podrá llegar al 2,5%, no lo se...», dijo. De todos modos, dejó ver Azpiazu, el Gobierno no cambiará su inveterada prudencia a la hora de hacer vaticinios.

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