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Arantza Tapia recibe las explicaciones de los responsables de Oceantec junto a la Marmoka-5.
Euskadi saca chispas a las olas del Cantábrico

Euskadi saca chispas a las olas del Cantábrico

El primer dispositivo para la captación de la energía undimotriz 'Made in' País Vasco será probado el próximo septiembre en Armintza-Lemoiz

Julio Díaz de Alda

Viernes, 5 de agosto 2016, 07:39

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Todos conocemos ya energías limpias como la solar o la eólica, en cuyo desarrollo, por cierto, Euskadi cuenta con empresas de primer nivel mundial. Pero hay más. Y bien cerca de casa. Aunque parezca mentira, una de las fuentes más importantes está frente a nosotros, en la mar.

Se trata de la energía undimotriz, que se basa en, literalmente, sacar chispas a las olas o, dicho de otro modo, en convertir el vaivén de aquellas masas de agua en electricidad. Y resulta que el País Vasco también está volcado en este segmento, tanto desde el ámbito público como desde el privado.

Y para muestra, un botón. Ayer se dio a conocer al gran público el primer dispositivo de captación de la energía de las olas 100% 'Made in' Euskadi. Se trata de un inmenso artilugio con aspecto de gigantesca boya cilíndrica fabricada en acero «diseñado y construido aquí», tal y como resaltó la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno Vasco, Arantza Tapia, durante una visita a Navacel, la firma sita en Erandio que está encargada del montaje del denominado Marmoka -5.

Para hacernos una idea, basta decir que el 'tubo' mide 42 metros de largo y, con un diámetro de otros 5, pesa cerca de 80 toneladas. Esa inmensa 'boya', de la que una versión preliminar ya se ha probado en el centro de ensayos de Mutriku, se instalará en la mar en septiembre. Allí permanecerá durante un año. Periodo que se espera sea suficiente para obtener toda la información posible sobre el sistema y, sobre todo, el 'visto bueno' de la naturaleza a esa tecnología vasca. El siguiente paso, claro está, será abordar la construcción de un hermano mayor con la vista puesta en una posterior producción ya en serie.

La prueba de fuego será en el centro de ensayos marinos Bimep, localizado en la costa vizcaína frente a Armintza-Lemoiz, una de las zonas de mayor potencial energético de la costa vasca, muy bien comunicada y sin ninguna afección a las playas cercanas ni a áreas con algún tipo de protección ambiental. Esa zona es un exágono que ocupa una superficie total de 5,3 kilómetros cuadrados, situándose el punto más cercano a la costa a una distancia de 1.700 m. Además de estar acotado al tráfico marino, Bimep dispone de clabes submarinos con los que trasladar a tierra y almacenar allí la energía eléctrica generada por las olas.

El Marmoka-5 cuenta con un sistema de generación formado por dos turbinas, con una potencia nominal de 30 kilowatios, ubicadas en la parte superior de esa imaginaria boya. No hay definida aún una tecnología ganadora o normalizada en esto de la energía undimotriz, pero Euskadi tiene puestas todas sus esperanzas en la suya.

¿Cómo funciona? Se trata de la columna de agua oscilante (OWC por sus siglas en inglés), que aprovecha que las olas mueven el líquido elemento y lo convierten en una suerte de pistón, que comprime una cámara de aire que, a su vez, mueve unas turbinas que son, finalmente, las que producen la electricidad. La tecnología, en una versión muy primigenia, ya se usó en los años 70 en algunas boyas marinas autoalimentadas y muy básicas con una patente japonesa.

El enorme artilugio está promovido por el Ente Vasco de la Energía (EVE), y su desarrollo corresponde a una firma llamada Oceantec Energy, creada 'ad hoc' por Iberdrola y Tecnalia. Con esos 'padres', la criatura, al menos, tiene visos de ser más que seria y de poder disputar la carrera hacia el éxito en la energía undimotriz con quien sea.

Esa condición de «proyecto de país, con la mejor tecnología, gracias a empresas con capacidades y una red vasca de ciencia y tecnología que cierra un ecosistema realmente eficiente» es lo que subrayó Arantza Tapia.

La consejera estuvo acompañada durante la visita por el viceconsejero de Industria, Javier Zarraonaindia; la presidenta del EVE, Pilar Urruticoechea, y los responsables de Oceantec, entre los que su director técnico, Martín Ojanguren, fue el encargado de ofrecer las explicaciones técnicas.

Euskadi, a través de la denominada Estrategia Energética 2030, aprobada recientemente, busca hacerse un hueco en este sector y, sobre todo, crear una industria nueva, un polo de conocimiento y de desarrollo que suponga tecnología y empleo en el futuro.

«Con la visión puesta en la evolución del tejido social y económico para optimizar el consumo, se prevé que las energías renovables cobren protagonismo con el objetivo de que el 19% de lo que se consuma sea de origen renovable en 2030», explicó el gabinete de Tapia.

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