Secciones
Servicios
Destacamos
A. R.
Domingo, 10 de julio 2016, 17:25
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Carmen Figueroa ocupa uno de los 13.092 puestos de trabajo que, según previsiones de Adecco, se crearán para la campaña estival. Esta graduada en Publicidad y Relaciones Públicas y natural de Valladolid, vino a vivir a Irún para estar con su novio. Para sumar dos sueldos, fue por todos los establecimientos del centro de San Sebastián (ya trabajó en comercios de ropa en Valladolid) dejando su currículum, aunque sabía que en muchos establecimientos no preveíancontratar a nadie para el verano. «Busqué sitios en los que podía encajar y cais dejé mi currículum sin mirar». Hoy, trabaja en Desigual, en la calle Loiola. Le gustaría quedarse en San Sebastián, aunque sabe que tendrá que «ponerse a buscar en cuanto acabe este contrato».
Carmen no encontró trabajo en Valladolid, aunque afirma que «eché papeles en todas las tiendas que pude encontrar. No hubo forma, así que me vine a Irún con mi novio porque pensé que aquí sería más fácil encontrar algo para mí». El método de Carmen fue efectivo, aunque agotador: fue a las calles comerciales de San Sebastián y empleó un día en dejar su CV en todas partes, buscaran personal o no. Al final, el tesón dio resultado, y en Desigual, junto al Buen Pastor, encontró un empleo que, si bien no es una solución a largo plazo, le permite un respiro económico y, combinando su sueldo con el de su pareja, vivir un poco más holgados. Mientras tanto, seguirá buscando un trabajo estable, ya con una experiencia de un año en Zara Home y estos tres o cuatro meses en el comercio donostiarra.
Aunque estudió Publicidad y Relaciones Públicas en Valladolid, dice que no le importa dedicarse a otra cosa. «Yo lo que quiero es quedarme en Gipuzkoa, y si puedo, en Desigual», asegura. «Después de estar en Irún cubriendo alguna baja, me gustaría un poco de estabilidad, al menos de momento. Si más adelante encontrara algo relacionado con mis estudios, no le haría ascos, pero por ahora estoy bien donde estoy». Carmen es la única empleada contratada en su establecimiento, en el que trabaja por la tarde con su jefe «Normalmente entra mucha gente de fuera», nos cuenta, mientras una pareja de turistas americanos se lleva la compra que ha hecho por la mañana. «Lo que es seguro es que aquí no nos va a faltar trabajo en ningún momento, no paramos».
Respecto a la duración del empleo, no se queja: «Sé que es algo temporal y que muy posiblemente no pueda continuar con esto más allá de noviembre, pero prefiero verlo como una oportunidad y no como un agobio». La duración normal de estos contratos no alcanza los cinco meses, puesto que el final de la temporada estival suele coincidir con el final de octubre, y aunque hay veces en que el contrato se renueva por más tiempo e incluso se convierte en indefinido, lo más habitual es que al concluir haya que buscar otro trabajo.
La recuperación más sólida y el potencial económico del País Vasco atraen a personas de otras comunidades con menos turismo en busca de oportunidades de trabajo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.