Javier Lopetegui: «Creamos la empresa y pasaron dos años hasta que empezamos a crecer»

- Son una Spin -Off de CEIT (Centro de estudios e investigaciones técnicas), ¿cómo se les ocurrió poner en marcha un negocio que no tenía precedentes en Gipuzkoa?

- Trabajábamos en el sector del agua y de la energía y detectamos una necesidad en el mercado industrial de membranas, de filtros, que fueran más resistentes, con propiedades que las hicieran más robustas para aplicaciones industriales. Porque hay membranas de dos tipos: como éstas, inorgánicas (muestra la varita) u orgánicas, plásticas, que son las que más se ven en el mercado pero que no aguantan las condiciones que soportan las primeras para trabajar y duran mucho menos. Como conocíamos las capacidades que tenía el departamento de materiales del CEIT, que llevaba trabajando con cerámica térmica ya más de dos décadas, vi que éramos capaces y se lo propuse. Esto sería en el año 2006, pues en 2008 decidimos ya constituir Likuid, aunque hasta 2010 prácticamente no empezamos a crecer porque vivimos una fase de mucha investigación y desarrollo (I+D). Ahora estamos 14 personas y tenemos cuarenta referencias industriales.

- ¿Qué fue lo más difícil al empezar?

- ¿Lo más difícil? No lo sé... Retos hemos tenido miles. El más difícil ha sido el desarrollo y la industrialización del producto. Para el desarrollo contamos con la ayuda del CEIT, que fue muy importante, pero luego pasar de la escala del laboratorio a la escala industrial fue todo un reto. Y esa fue la parte quizás más difícil. El producto tiene que validarse en campo si quieres vender y eso es muy complicado y da mucho trabajo. En realidad, partir una empresa de cero es todo un reto. Y después llegan otros. Ahora, desde hace un par de años hemos visto que el Oil and Gas es un sector emergente con unas oportunidades tremendas para nuestro tipo de tecnología.

- ¿Por qué?

- Porque podemos limpiar y reciclar el agua que se produce con la extracción del petróleo. Las extracciones requieren mucha agua y generan mucha agua contaminada. Por cada barril de petróleo más o menos se generan unos cinco barriles de media de agua absolutamente contaminada. Lo que hacemos es que, en vez de que se tire ese agua al medio ambiente, la limpiamos con una tecnología que hemos desarrollado y que permite reinyectarla otra vez para extraer petróleo. Conseguimos, por un lado, un ahorro al productor de petróleo d entre cinco y diez dólares por barril y por otro eliminamos el vertido al medio ambiente de aguas muy contaminadas. Con este desarrollo, con estas membranas específicas, nos han dado la mejor calificación que se haya dado nunca a una empresa en el programa europeo Instrumento Pyme que puso en marcha la Comisión Europea hace dos años y pico para potenciar a empresas de alto potencial de crecimiento y de alta innovación en Europa. Y por otro lado, nos acaban de dar un proyecto europeo de I+D en el que estamos con un consorcio de empresas para crear un producto aún más global para la extracción de crudo en plataforma, en el mar.

- En estas empresas tan centradas en la innovación no será fácil marcar una ruta previsible...

- Exactamente. Cuando nos dicen, 'haz la previsión a cinco años vista', me cuesta un montón, porque en cinco años nos han pasado cien mil cosas, así que : ¿como prever el futuro? Cinco años más adelante es casi una eternidad para nosotros.

- Parece un sector, el suyo, trepidante.

- Es apasionante. Porque tocas mil palos diferentes, mil aplicaciones y mercados diferentes, y para eso contamos con un equipo multidisciplinar, que es una palabra que se dice mucho, pero es verdad: aquí estamos ingenieros, bioquímicos, químicos... De todo. Tengo la suerte, además, de contar con un equipo muy bueno y eso facilita las cosas.

- ¿La clave para que una empresa prospere está en el equipo?

- Sin duda alguna es fundamental, pero yo creo que al final la base de todo proyecto es trabajo, trabajo y trabajo, y pasión por lo que haces. Puedes tener talento, pero sin trabajo a tope y sin pasión por lo que haces es complicado.

- ¿La crisis ha afectado a su sector?

- Sí. Nacimos en pleno origen de la crisis, muchas empresas que usan agua en sus procesos han cerrado y hemos sufrido mucho. 2012 y 2013 han sido años muy complicados.

- ¿Y se nota alguna mejora?

- Yo no creo que la situación esté mucho mejor, honestamente. Al final pienso que las empresas han tenido que sobrevivir y acostumbrarse a hacer las cosas de otra manera.

- Desde el inicio han buscado clientes en otros países, ¿no es como empezar la casa por el tejado?

- Desde el principio hemos ido orientados al mercado internacional quizá por necesidad, porque no podríamos vivir solamente con los clientes de aquí y porque el producto tiene vocación global. Ha sido un proceso más o menos natural. Competimos con alemanes, japoneses y americanos, básicamente.

- Se meten en países donde tienen competencia. ¿Un acto de fe?

- Al final lo que tenemos es un proceso de fabricación que hemos desarrollado muy innovador en el sentido de que producimos alta calidad pero somos muy competitivos en costes. Eso nos ayuda mucho y nos ayuda mucho también el perfil de la gente que tenemos trabajando, que, pese a que son jóvenes, tienen mucha experiencia en determinados campos de producción y de fabricación, de ingeniería... Todo eso nos ayuda a ir muy enfocados al mercado y a ser muy flexibles.