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Roberto Larrañaga aguarda sentado en uno de los sillones que adornan el recibidor de la nueva sede de Confebask en la Gran Vía bilbaína.
Larrañaga: «Si en Euskadi hemos logrado acabar con ETA, por qué no vamos a poder normalizar las relaciones laborales»

Larrañaga: «Si en Euskadi hemos logrado acabar con ETA, por qué no vamos a poder normalizar las relaciones laborales»

El jefe de la patronal vasca cree que los jóvenes sin experiencia no pueden entrar en una empresa con el mismo sueldo que los más veteranos

JULIO DÍAZ DE ALDA

Lunes, 9 de noviembre 2015, 07:48

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Roberto Larrañaga Oyanguren (Eibar, 1958), es presidente de Confebask desde julio. Partidario de dar oportunidades a los jóvenes, matiza que estos no pueden aspirar a que su primer sueldo sea el mismo que el de un veterano. Su reto, que reconoce complicado, es normalizar las relaciones laborales en Euskadi.

-¿Euskadi ha salido ya de la crisis o aún hemos de esperar?

-Las dos cosas. Salimos de la crisis, pero nos va a costar más de lo que pensábamos. Tenemos un crecimiento del 2,7%, una creación de empleo hasta septiembre de más de 14.000 personas..., pero no es igual para todos. La construcción, por ejemplo, que depende más de la inversión pública, más relajada en los últimos trimestres, no va bien. La demanda privada de pisos sí sube. Pero la pública, ya vemos que en los Presupuestos vascos no hay demasiado.

-El Gobierno Vasco elevó recientemente su previsión de PIB y de empleo para este año. ¿Mejorará tambien las suyas Confebask?

-Coincidimos bastante. En crecimiento sí lo estamos pensando. Nosotros estimamos 22.000 nuevas afiliaciones a la Seguridad Social -empezamos el año con 17.000 más- y no la vamos a elevar salvo que tengamos algún dato nuevo.

-¿Ese nuevo empleo que se creará va a estar marcado por la temporalidad o la precariedad como denuncian los sindicatos?

-Los empresarios tienen en la memoria el pasado y necesitan recuperar confianza en la medida en la que sus carteras de pedidos sean más estables. El empleo, sobre todo el empleo joven, siempre ha sido más precario. Lo que tenemos que conseguir es que esos contratos se conviertan después en estables. La empresa quiere tener contratos estables, otra cosa es que en un momento determinado no se atrevan a hacerlo. Pero tú no formas a gente en tus compañías para que luego estén poco tiempo.

-Entiendo que se puede sup0ner que cuando la economía se estabilice la empresa haga una apuesta más profunda por la estabilidad y la calidad de los contratos, ¿no?

-Sin duda. El empresariado vasco está por eso. Pero todavía estamos saliendo de la crisis.

-¿Pero no sería ahora, cuando la economía empieza a remontar, el momento de mejorar condiciones? ¿Qué hace falta entonces?

-Pues que se consolide la mejoría.

-¿También llegará a los salarios?

-También.

-¿Alguien lo está haciendo ya?

-Pues, por ejemplo, el Metal de Álava ha llegado a un acuerdo que incluye subidas de salarios. Me consta que en los pactos de empresa también las hay. Euskaltel acaba de firmar un alza de hasta un 3% en base a objetivos. En fin... Otra cosa es que a todos nos gustaría que subieran más.

-Jóvenes y parados de larga duración son dos de los grandes problemas del mercado laboral vasco. ¿Hay voluntad en los empresarios para contar con estos colectivos?

-Yo soy un convencido de que hay que dar oportunidades a los jóvenes. Confebask y las organizaciones empresariales estamos trabajando en ello. Por ejemplo, con el contrato de relevo. O con una encuesta que estamos haciendo sobre demanda ocupacional, en la que solicitamos a las empresas que nos digan qué cualificación concreta van a necesitar.

-Pero se supone que eso se tiene que saber ya.

-Bueno, todo cambia continuamente. Las tecnologías cambian de un día para otro. Esto es continuo. También está la formación dual, que tiene un grado de inserción del 70%. Si la conseguimos implantar de forma sostenible podremos incorporar a muchos jóvenes de forma sostenible. Las empresas están trabajando por los jóvenes, que son el futuro. Es una obviedad.

-¿Hay falta de mano de obra cualificada en Euskadi?

-Sí, sobre todo en empresas más avanzadas tecnológicamente.

-Parece mentira, pues hay un montón de grados en ingeniería.

-Sí, pero tenemos una tecnología que hay que saber aplicarla y trabajar con ella. Por eso queremos saber cuáles van a ser las necesidades del futuro, para que la gente oriente su formación para dentro de cinco años.

-El consejero de Empleo, Ángel Toña, afirma que con 800 euros de sueldo no se puede construir «un proyecto de vida digno». ¿Comparte usted ese análisis?

-Se puede empezar por 800 euros, no hablamos de esa cantidad para toda la vida. Aquí el sueldo medio es bastante más alto.

-Efectivamente, pero no es así para buena parte de los recién contratados en los últimos años.

-Yo también empecé no ganando mucho. Lo lógico es que luego ganes más conforme suba tu capacitación.

-Ya, pero el problema puede ser el de la perpetuación de esas condiciones de entrada.

-No, no. Eso no es así. La gente que se incorpora y tiene firmados convenios se tiene que adaptar a ellos.

-Toña también pidió a los empresarios que piensen en sus propios hijos a la hora de contratar. ¿Cómo recibe usted ese mensaje?

-Yo tengo un hijo de 24 años y otro de 22, con lo que también me identifico con eso. Insisto, estamos trabajando a favor de los jóvenes. Pero no podemos hacer que alguien se incorpore con una formación teórica ganando el mismo sueldo que otro que lleva 15 años en su puesto de trabajo al cien por cien. Yo estaría encantado de que mi hijo pudiera encontrar un contrato de formación con el que en dos años tenga una posibilidad de inserción del 70% o más y se convierta en indefinido.

-Devuelva el mensaje. ¿Hace falta algo nuevo desde el Gobierno Vasco para ayudar a los jóvenes?

-En la formación dual todavía hay que trabajar bastante.

-¿Está pidiendo más recursos?

-No. Se trata de más legislación, más cobertura legal que incluya ventajas para contratar.

-¿Es cierto, como señaló Pello Guibelalde, que los jóvenes no tienen vocación empresarial por que (sic) viven cómodos en casa y no tienen hambre?

-Él mismo reconoció que las palabras igual no fueron las más adecuadas. Pero Pello Guibelalde hizo esa reflexión en un contexto en el que se constataba que la tasa de emprendizaje de Gipuzkoa era de las más bajas de España. Y es cierto. Lo que tenemos que hacer es animar a los chavales a que sean empresarios. Esto es un ciclo de vida. Necesitamos que alguien coja el testigo. Pero como sólo hay mensajes negativos sobre los empresarios y pidiendo más fiscalidad, cada vez es menos atractivo el emprendizaje. Los chavales no tienen sólo que buscar un puesto, tiene que haber una parte, como toda la vida, que quiera montar su empresa.

-¿Y respecto a las declaraciones en sí, tiene una opinión concreta?

-Pues nunca se puede generalizar, pero evidentemente habrá un porcentaje de jóvenes que esté en esas circunstacias y otro que no.

-Euskadi pierde fuerza laboral, pues cae la población activa. ¿Es algo que preocupe a Confebask?

-Sí, claro que preocupa. La población activa cae por razones demográficas. Entran menos y salen los que se jubilan y los emigrantes, que ante la falta de posibilidades o por la mejora de sus países de origen salen de Euskadi. Cuando salgamos de la crisis y necesitemos más gente no sé si habrá personas suficientes.

-¿Alguna solución?

-Si nosotros no somos capaces de encontrar, seguramente nos tendrá que volver a venir gente

-¿Y la cualificación?

-Pues habrá que buscar gente cualificada. También estamos ahora exportando personas preparadas...

-Para eso el país debiera de ser más atractivo, ¿no?

-Es que tenemos que vender mejor, que ser más atractivos.

-¿Y cómo se hace eso?

-Pues sobre todo saliendo de la crisis. Ese ha de ser el objetivo.

-Euskadi tendrá en enero un Impuesto de Sociedades más alto que el resto de España. ¿Otro problema de competitividad a la vista?

-Evidentemente. Eso es un costo y nos lastra. A nosotros y a quien quiera venir aquí. Por eso demandamos que la política fiscal no sea sólo recaudatoria. Los impuestos a las empresas han de servir par reactivar la economía. Además, eso en Euskadi lo hemos usado en el pasado. Lo pedimos, pero la Administración está en un ajuste presupuestario importante, no quieren aumentar la deuda. A nosotros nos gustaría que ese dinero revertiese en las empresas.

-¿Alguna de las Diputaciones les hace más caso con esto?

-Ahora mismo están todos perfectamente alineados.

-Usted llegó al cargo en julio. ¿Resucitar la negociación colectiva está entre sus retos más importantes?

-Más que resucitar la negociación colectiva a mí me gustaría normalizar las relaciones laborales. La negociación colectiva en Euskadi es complicada por que tenemos una mayoría sindical con la que es muy difícil llegar a acuerdos. No sólo lo digo yo, ellos afirman continuamente que estamos en las antípodas. Me gustaría llegar a acuerdos en el porcentaje que sea. Aquí cada territorio es distinto. En Álava hay un acuerdo en el Metal, por ejemplo. En Bizkaia están negociando y en Gipuzkoa es mucho más difícil.

-¿Ustedes se reafirman también en las antípodas de la mayoría sindical vasca?

-Sí, sí, sí. Es un hecho. Es muy complicada la interlocución. Recientemente, por ejemplo, el secretario general de ELA, 'Txiki' Muñoz, utilizó en una rueda de prensa una terminología que no anima.

-¿Quizá los convenios de eficacia limitada (firmados con la minoría sindical) sean una solución?

-No es lo ideal, pero puede ser bueno. A veces lo ideal está reñido con lo bueno.

-¿Incluso en Gipuzkoa?

-La eficacia limitada en Gipuzkoa es muy limitada. Tiene validez si cuentas con un 40% de los sindicatos, por ejemplo. Piense que luego siempre se suma gente por que nadie le hace ascos a una subida salarial. Pero en Gipuzkoa hablarías de un 15%.

-¿Está entonces Gipuzkoa condenada al bloqueo permanente?

-Habrá que echarle imaginación y llegar a otros acuerdos. Convenios de empresa... Es en lo que están.

-¿Qué va a pasar en el Metal?

-En Álava hay un acuerdo y falta rubricarlo.

-¿Y en Gipuzkoa?

-(resopla) Yo lo que puedo decir es que Adegi ha dicho que si los sindicatos abren la mesa ellos están dispuestos a hablar. Pero la interlocución que van a tener es muy pequeña. Ya sabemos lo que hay. Las empresas lo que quieren es paz social y tener un acuerdo con los trabajadores. Si no puedo tener un paraguas que nos tape a todos, pues al menos que me tape a mí. Además, los acuerdos entre dos siempre me han parecido perfectos.

-Puede dar la sensación de que patronal y sindicatos, en esa eterna distancia, puedan estar cómodos encastillados. En algún momento tendrá que haber acuerdos.

-Cuando una empresa oferta sus productos tiene que saber qué costos va a tener. Hoy y mañana. Todos quieren cerrar ese capítulo. Eso y la paz social. Sí somos proclives al pacto. En algunos momentos y con algunos sindicatos hay acercamiento. Con CC OO y UGT sí se está hablando. Con los otros dos sindicatos, pues no.

-Eso debería sonrojar a todas las partes, pues se supone que es un problema para el país.

-Las relaciones laborales son el gran debe de Euskadi. Si tuviéramos una relación normalizadas seguro que seríamos mucho más atractivos para captar inversión de fuera. Hemos solucionado el capítulo de la violencia, que era lo más importante. Llevamos cuatro años de una paz absoluta. Estamos saliendo de la crisis, nuestras empresas están preparadas, salimos al exterior...

-¿Se ve usted capaz de encauzar ese asunto definitivamente?

-Yo me veo capaz de intentarlo. Pero le diré una cosa: Si en este país hemos conseguido acabar con ETA por qué no vamos a lograr normalizar las relaciones laborales. Parece menos difícil. Ahora hace falta mucho apoyo de todos.

-¿Para quien ese ese mensaje?

-Pues para todos. Para las Administraciones y para la sociedad, en la que estamos demonizados permanentemente. Nosotros somos imprescindibles. El empresario es imprescindible. Es el que crea empleo, te guste o no te guste. Para bien o para mal. En este caso, para bien.

-El contrato de relevo parece el único fruto de la mesa de Diálogo Social, y los sindicatos (CC OO y UGT, pues ELA y LAB no se han sentado) ya han criticado la falta de dotación presupuestaria.

-Es un tema que aún está en debate, no está cerrado. Lo que hay que hacer es un estudio profundo de qué necesidades hay.

-Pero es un acuerdo de hace un año. ¿Cuánto tiempo hace falta?

-Estamos teniendo una reunión al mes y avanzando bastante, pero el tema presupuestario no está. Creo que hace falta más dinero pero hay que concretarlo.

-¿En qué otros asuntos se está avanzando en el Diálogo Social?

-En esa encuesta de necesidades ocupacionales, en consensuar un modelo de relaciones laborales en el que nos podamos sentir cómodos todos, en un proyecto para parados de larga duración o no cualificados para rehabilitación de edificios...

-La CEOE ha pedido que se reduzcan los derechos de los contratos indefinidos para aumentar los de los temporales. ¿Es una buena idea?

-No exactamente. Yo no creo en el contrato único. Deben convivir los indefinidos con los temporales con la idea de que los segundos se conviertan en estables. Pero sería bueno que los derechos, hablamos de las indemnizaciones por despido, sean más suaves al principio para ir subiendo después cuando se hagan indefinidos. Los contratos temporales deben tener una flexibilidad que hoy no tienen.

-La patronal española también ha reclamado rebajar el coste del despido. ¿Está Confebask en esa línea?

-Yo creo que si el coste del despido se rebajase, se crearía más empleo. Hay países con un coste más barato y el desempleo es menor. Al final, se incentiva la contratación.

-Quizás ese mensaje se pudiera entender en la peor fase de la crisis, y no ahora que empezamos a crecer. ¿No le parece?

-Hablemos cuando hayamos crecido. Todavía está presente el pasado.

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