Borrar
Según el INE, el tipo medio de los créditos hipotecarios en vigor se sitúa en torno al 2,5%.
La amortización anticipada del hipotecario: la mejor inversión de ahorro del momento

La amortización anticipada del hipotecario: la mejor inversión de ahorro del momento

La desaparición de los depósitos y la nula rentabilidad de los fondos de bajo riesgo hacen atractivo reducir la deuda

manu álvarez

Lunes, 5 de octubre 2015, 16:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

¿Ha pensado alguna vez que reducir su deuda puede ser la mejor opción de inversión? Pues quizá ha llegado el momento de que se lo plantee en serio. La casuística que se puede presentar es casi infinita, pero la coyuntura parece propicia para que un amplio colectivo de ciudadanos dirija su ahorro a rebajar el crédito hipotecario que le acompaña desde que adquirió su vivienda, de forma acelerada y más ambiciosa de lo que supone el pago de la cuota mensual, frente a opciones clásicas como abrir un depósito, meter el dinero en un fondo de pensiones o en uno de inversión de riesgo bajo.

Los depósitos a plazo prácticamente han desparecido y los que existen son de alta sofisticación y no exentos de riesgo. Los fondos de inversión de riesgo bajo tienen un panorama deprimente -no es que el resto lo tengo mejor, la verdad- y la mayor parte de ellos con rentabilidades negativas desde enero. Esto es, no sólo no obtiene usted beneficio alguno depositando su dinero en ellos sino que en apenas en unos días verá como su patrimonio desciende. Poco, pero desciende. A eso súmele las comisiones de gestión. Esa "curiosa" costumbre del sector financiero que le cobrará a usted dinero por conseguir la proeza de que sea usted un poco más pobre hoy que ayer. Y de la rentabilidad de las EPSVs y fondos de pensiones cabe decir lo mismo aunque hay que tener en cuenta que, al menos, en estos productos tendrá una rentabilidad fiscal por la vía de ahorro de impuestos en el IRPF. Para intentar obtener beneficios hay que arriesgar inevitablemente, con productos en los que tenga un mayor peso la deuda emitida por empresas o las acciones de compañías, la renta variable.

Así que no estaría de más que saque la calculadora y haga un par de números para decidir. Si es usted de los que consigue ahorrar cada mes unos euros -¿100?, ¿200?, da igual lo modesta que sea la cantidad- y tenía hasta ahora la costumbre de destinar ese dinero a un fondo de pensiones o a uno de inversión o a guardarlo sin más en la cuenta corriente y tiene un hipotecario vivo, hacer una amortización anticipada es rentable. Muy rentable. De un lado tiene el atractivo de reducir la carga de intereses a pagar por el dinero que le ha prestado el banco. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, el tipo medio de los créditos hipotecarios en vigor se sitúa en torno al 2,5%. Dicho de otra forma, por cada 100 euros que amortice anticipadamente de su crédito, dejará de pagar 2,5 euros cada año que esté vivo ese hipotecario. Y sin riesgo, es seguro. Incluso si, como resulta lógico, los tipos de interés tienden a subir en el futuro -bajar más no parece ya posible-, el ahorro que conseguirá por esa vía es mayor. Comparado con la rentabilidad negativa de muchos fondos de inversión es de por sí atractivo. Pero si le suma que además podrá deducir el 18% de esa amortización anticipada en su declaración del IRPF, la ventaja queda reforzada también en su vertiente fiscal.

Claro que hay un buen número de hipotecarios -no todos, aunque sí la mayoría- que tienen una penalización para las amortizaciones anticipadas. Si el crédito tiene una antigüedad superior a 5 años esa comisión está limitada por el Banco de España a un máximo del 0,25% de las cantidades amortizadas de forma anticipada. Así que podemos pensar que la ventaja fiscal queda reducida al 17,75%. Sigue siendo atractivo por este lado.

Y vamos a añadirle un ingrediente que los hipotecados no suelen tener en cuenta pero tiene un peso más importante de lo que pueda parecer a simple vista. En los hipotecarios concedidos en la última década se ha impuesto también la condición de los bancos de exigir la contratación de un seguro de vida, que tiene cierta lógica interna. Si usted fallece, su familia tendrá ese seguro para hacer frente a la deuda. Pero, claro está, no es gratis. Las entidades financieras imponen que el capital garantizado por ese seguro sea de, al menos, el crédito pendiente de devolución. Ahí tiene la tercera ventaja que añadir a la rentabilidad financiera pura y a la ventaja fiscal: la oportunidad de rebajar el capital garantizado en ese seguro de vida "obligatorio" y con ello rebajar también el coste anual de la prima.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios